Turista sufre mordida por un caballo de la Guardia Real Británica

Un día normal en Londres, Inglaterra, para una pareja de turistas asiáticos. Recorrían muy placenteros los alrededores del Palacio de Buckingham, cuando la mujer decidió parar y posar al lado de uno de los imponentes caballos que hacen parte de la Guardia Real Británica, haciendo caso omiso a un gigantesco letrero de advertencia.

Mientras la ella buscaba su mejor ángulo para la fotografía en el turístico ‘Horse Guards’ y su pareja, un hombre de talla alta, preparaba el teléfono para hacer su mejor toma, el animal de más de dos metros de altura atacó salvajemente a la intrusa, que osada o no quiso leer el letrero gigante al lado del guardia, o simplemente no supo qué decía:

La mordedura del animal, un corcel de pelaje negro intenso, y cuya raza es una de las preferidas por la familia real de este país, causó una serie lesión a la turista, que fue estrujada por el animal, y luego se desmayó, siendo atendida por varias personas que estaban en el momento del ataque.

El ejemplar, un Pura Sangre Inglés, destaca por un cuello largo y musculoso, un dorso ancho y recto, unas extremidades alargadas y fuertes y una alzada a la cruz en torno a 1,60-1,80 metros. Su color de capa más común es el castaño, pero también los hay negros, y son frecuentes las manchas blancas en su frente y patas posteriores, apareciendo también la capa alazana, negra y torda.

Sin poder hacer nada, el soldado que montaba a la bestia observaba con algo de culpa la situación desde su lugar de trabajo. Inmediatamente, la mujer fue trasladada a una zona más segura, en donde dos policías se hicieron cargo.

Sin embargo, y ante la gravedad de hecho, otra señora, burlando los protocolos, se le ve acomodándose al lado del animal, ignorando de igual manera el cartel, y lo ocurrido minutos antes.

Pero no es la primera vez que acontece esta situación en Londres. Han sido varios los turistas que creen ser más inteligentes que estos animales y pecan por inocentes.