Ante Arizona, Filis enfrentan un nuevo reto: Velocidad
Luego de ganar cinco de sus primeros seis juegos de la postemporada, dejando en el camino a los Marlins en la Serie del Comodín (2-0) y a la poderosa toletería de los Bravos en la Serie Divisional de la Liga Nacional (3-1), los Filis son vistos como los favoritos para ganarlo todo, al menos de acuerdo al último Power Ranking de MLB.com.
Sin embargo, primero tendrán que superar un duro obstáculo antes de pensar en competir por el título de Serie Mundial. A partir del lunes se medirán a un conjunto de los D-backs que, después de clasificarse con el último Comodín del Viejo Circuito, logró eliminar a los Cerveceros (campeones de la División Central de la L.N.) y a los Dodgers (campeones del Oeste de la L.N.).
Es por ello que el manager de los Filis, Rob Thomson, por muy inspirado que llegue Filadelfia a la instancia decisiva por la supremacía de la Liga Nacional, afronta con respeto el duelo frente a Arizona.
“No hace falta leer los reportes para darte cuenta de que son realmente atléticos”, señaló. “Juegan tremenda defensa, cubren mucho espacio, buen pitcheo. Es un club realmente bueno. No por nada estuvieron en el primer lugar en el Oeste por un tiempo”.
Es un choque diferente al que tuvieron contra los Marlins y los Bravos. Los D-backs es un conjunto que basa su éxito en esos factores mencionados por Thomson. Sin embargo, no puede ser ignorado el tema de las bases robadas.
No sólo los D-backs fueron el segundo equipo con más robos en el béisbol, con 166 — superados por las 190 de los Rojos — sino que además cuentan con uno de los mejores robadores del béisbol: Corbin Carroll, quien viene de estafarse 54 bases en la temporada, siendo superado únicamente por las 73 del venezolano Ronald Acuña Jr. en la Liga Nacional.
Y es que además de lograr registros históricos a lo largo de la campaña, siendo el primer novato con una temporada de al menos 25 jonrones y 50 robos de base, el patrullero de 23 años no ha bajado el ritmo en la postemporada. Todo lo contrario.
En sus primeros cinco partidos de los playoffs, Carroll batea .412/.565/.824 con OPS de 1.389, dos jonrones, cuatro empujadas, seis anotadas y seis boletos negociados — todos triunfos de los D-backs.
De hecho, con lo conseguido en los primeros cuatro de esos duelos (7 H, 6 C, 5 BB, 4 CE, 3 XBH, 2 HR y 4 triunfos) Carroll empató con Lou Gehrig por los mejores números en cualquier período de cuatro juegos en postemporadas.
No es para menos que uno de los enfoques de Thomson esté sobre el favorito para ganar el Premio Novato del Año de la L.N.
“Tuvo un tremendo año. Pudo hacer varias cosas y fue consistente durante toda la temporada”, expresó Thomson. “La combinación de velocidad y poder… lo tuvimos en el Juego de Estrellas. Es un verdadero profesional, que respeta el juego. Realmente me gusta este chico, tiene mucho talento. Es una potencia. Tenemos que ponerle el ojo. Probablemente fue mejorando con el pasar del año. El equipo completo, de hecho. Tenemos que ser conscientes”.
Claro, Carroll no es la única amenaza en las bases. A diferencia de Atlanta, en donde Acuña se acreditó más del 55% de las bases robadas de su equipo, los D-backs tuvieron a cuatro jugadores con 10 o más estafadas en el año; algo que mantendrá en alerta a los Filis, especialmente a Aaron Nola y Craig Kimbrel, con quienes el club ha estado trabajando para acortar su tiempo de disparo al plato.
En general, es algo en lo que ha estado trabajando el cuerpo monticular desde hace meses. Y vienen de una dura prueba, con Acuña robándose dos bases en la Serie Divisional. La teoría de los Filis es que al acelerar la mecánica de los lanzadores, el receptor J.T. Realmuto, quien ha sido considerado por años como uno de los mejores caretas retirando corredores en intento de robo, tendrá más tiempo de utilizar su potencial.
“Me siento bien [con Realmuto detrás del plato] ahora mismo”, comentó Thomson. “Si me hubieses hecho esa pregunta hace un mes, mi respuesta hubiese sido otra, pero nuestros chicos están conscientes y están intentando acelerar los movimientos, para darle a J.T. la oportunidad. Ciertamente Aaron [Nola] ha hecho un trabajo tremendo, pero ha habido un gran esfuerzo de todo el staff”.
Los Filis saben que los D-backs cuentan con varias armas en su arsenal. Sin embargo, entienden que al limitar la velocidad en las bases de sus rivales, tendrán más oportunidades de hacer cumplir ese favoritismo con el que llegan a la serie. Claro, ante una novena que ha demostrado no achicarse ante dicha etiqueta de desfavorecidos.