El Undertaker ya está en el Salón de la Fama de la WWE
Dallas.- Pasaron exactamente ocho minutos desde el primer campanazo de su tradicional canción de entrada hasta que pudo pronunciar su primera palabra en su inducción al Salón de la Fama.
El American Airlines Center se puso de pie para ovacionar a The Undertaker: palmas, llanto, cánticos de agradecimiento y muchas muestras de amor y cariño para un hombre que le entregó su vida al wrestling.
El propio Vince McMahon lo había adelantado: “No sé si él podrá evitar el llanto”.
No pudo. El ‘Hombre Muerto’ tuvo tres cortos periodos de lágrimas en los ojos: tras la primera gran ovación, al escuchar el “Thank You Taker” y luego de reaccionar al cántico “Rest in Peace”.
El deadman tuvo una inducción a lo grande; sin embargo, cerró su discurso con una frase que dejó a todos sin palabras.
Tras ponerse un sombrero y uno de sus característicos abrigos, pronunció: “Never say never” (nunca digas nunca), dejando abierta la posibilidad de una lucha más en su carrera.
A las 10:32 p.m., en Dallas, específicamente en el American Airlines Center, Vince McMahon ingresó al ring, recibiendo una magnífica ovación del público.
El jefe rompió con su tradición y decidió inducir a su mejor creación.
The Undertaker por más de 30 años supo ser una de las caras de la WWE, reinventándose con distintos personajes como The American Badass y dándole un brillo especial a WrestleMania con la racha que duró durante 21 ediciones. El líder de la WWE no escatimó palabras para describir al ‘Fenómeno’, a quien puso en lo más alto de la historia de WWE, comparándolo con The Rock, Ricky Steamboat, Bruno Sammartino, Stone Cold Steve Austin o Bret Hart. Luego de casi 10 minutos de discurso, dijo lo siguiente: “Y ahora, es un placer para mí anunciarles al nuevo miembro del Salón de la Fama: The Undertaker”.
El público se puso de pie –me incluyo– para recibir al ícono que marcó la vida de los fanáticos del Wrestling. El reconocido YouTuber Falback se encontraba una fila detrás nuestro y pronunció lo siguiente: “Es el sueño de toda mi vida, siempre quise ver al Undertaker y su mítica entrada”. El reloj marcaba las 10:41 p.m. en Dallas, casi cuatro horas después de haber iniciado el show, cuando retumbaron las campanadas que anunciaban el ingreso de The Undertaker