Injustificable y desagradable
Las victorias obtenidas en una misma cartelera por los boxeadores dominicanos Carlos “El Caballo Bronco “ Adames, y Alberto “La Avista” Puello, ambas por títulos mundiales, es el mayor logro que ha obtenido el boxeo profesional dominicano en toda su historia.
El Caballo demostró que el país tendrá un campeón estable por mucho tiempo, dada sus condiciones y dedicación.
Adames salió como favorito, y su victoria por decisión, fue clara, no dejo lugar a duda ante Terrell Gausha, un rival de mucha peligrosidad.
Así el dominicano conservó la corona de las 160 libras del Consejo Mundial de Boxeo.
Una hora después de la pelea del “Caballo Bronco”, subió al mismo cuadrilátero “La Avispa” Puello, a quien se les daban muy pocas probabilidades de salir por la puerta grande, ante un Gary Antuanne Russell, con un récord impresionante de 17 nocauts en 18 peleas.
Los aficionados que asistieron al MGM de Las Vegas, Nevada, quedaron boquiabiertos con la demostración de Puello, quien se alzó con el triunfo también por unanimidad.
No me explico como no había allí ni una representación ni siquiera de la Comisión Nacional de Boxeo Profesional, ni siquiera de quinto nivel, en la que ambos púgiles exhibían en sus atuendos, la bandera nacional, a través de las transmisiones de las grandes cadenas de televisión alrededor del mundo.
Si bien es cierto que el boxeo profesional se ha “desacreditado” por una serie de escándalos y arreglos de peleas, eso no le quita ninguna importancia a los logros de estos dos criollos.
La dejadez, apatía, abandono y pereza de las autoridades que rigen el boxeo dominicano, es sencillamente incomprensible, injustificable, porque lo sucedido el pasado sábado, marca un antes y un después en el boxeo dominicano.