¡La real final! 15 razones que hacen de la serie Licey-Escogido una de las más memorables de Lidom
Son 15 las razones que hacen de la serie final Licey–Escogido una de las más dramáticas y emocionantes de toda la historia de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (Lidom).
Fue una final de brinco y espanto, con los pelos de punta y los dedos cruzados. Las emociones se derramaron sin cesar, en los siete juegos que se disputaron. Fue una batalla épica entre Tigres y Leones, que se devoraron de principio a fin, escribiendo así una de las páginas más inolvidables del béisbol.
Veamos las 15 razones:
-El jonronazo de Caminero, uno de los más dramáticos de la historia, en el mismo noveno para darle ventaja a su equipo. En su turno anterior, la había pegado en la misma pared de los 411 del Quisqueya.
-Los partidos fueron celebrados a casa llena, todos en el Quisqueya.
–Jairo Asencio, el estelar cerrador del Licey, había estado impecable en toda la final; no había permitido carrera, hasta que le pegaron el inolvidable “Caminerazo“.
-El dramático jonrón de Gustavo Núñez, el llamado “Gustavazo“, en el noveno inning para empatar el partido y prolongar la serie.
-La reivindicación de Rafael Montero, el cerrador del Escogido, quien había permitido el “Gustavazo“. En el juego 7 dominó al mismo Gustavo y salvó el partido, tras apagar una rebelión azul.
–Pujols pidió la revisión del bate de Gustavo, sospechando que estaba alterado; pero la Lidom determinó que estaba limpio. Tendrá que pagar 50 mil pesos por esa sospecha.
-Se celebraron dos juegos kilométricos, uno de 14 inning y otro de 13; ambos ganados por el Licey.
-El zurdo Andrew Pérez, que era el último lanzador de los Tigres, sacó un cerito de película en el inning 14; con las bases llenas, retiró a los tres bateadores del Escogido y el Licey ganó ese primer juego.
-El error en tiro de Johnny Cueto, en el quinto episodio del séptimo juego, lo que abrió un rally de cuatro carreras para el Licey.
-La inolvidable toreada de Johan Rojas en el center field, en la alta del sexto, que permitió que los Leones empataran el juego y se fueran arriba.
-Ya ganado, el humilde Pujols fue a la banca del Licey y abrazó a un coach del equipo rival. Debutó en grande ganando en su primer año como dirigente.
Otra razón menor fue que el Licey nunca le ganó dos juegos seguidos al Escogido, y que ganó el primer juego y perdió el último, a pesar de que era home club en ambos partidos. Ahora, el Escogido le ha ganado al Licey dos finales consecutivas: la del 2015-16 y 2024-25. Así, el equipo escarlata cortó una mala racha de ocho años sin ganar.
El Licey no pudo repetir la hazaña de las Águilas de ganar tres coronas seguidas. Ese récord va para 30 años de vigencia.