Los Lakers dan un paso más hacia el desastre 

Los Ángeles .- Sin LeBron James por lesión, con Anthony Davis muy tocado en el pie y tras seis derrotas seguidas, la última este domingo ante los Denver Nuggets de un inmenso Nikola Jokic (118-129), Los Angeles Lakers ya solo se aferran a las matemáticas para evitar el más que probable desastre de quedarse sin ‘play-in’.

Los angelinos son undécimos del Oeste (31-47) y, técnicamente, aún pueden superar a los San Antonio Spurs (32-45), que les tienen ganado el desempate en el décimo lugar y que esta noche juegan contra los Portland Trail Blazers.

Pero las sensaciones en los Lakers son las de un equipo en absoluta descomposición.

Desde el parón del All-Star llevan un espeluznante balance de 4-16, LeBron no pudo saltar hoy a la cancha por sus problemas en el tobillo, Davis tuvo que jugar con evidentes dolores en el pie derecho y el calendario que les queda para una improbable remontada es muy difícil (Phoenix Suns, Golden State Warriors, Oklahoma City Thunder y Denver Nuggets).

La enésima decepción para estos Lakers a la deriva llegó con el sello de Nikola Jokic, descomunal con 38 puntos (15 de 22 en tiros), 18 rebotes y 6 asistencias.

Aaron Gordon (24 puntos y 8 rebotes) y Will Barton (25 puntos) escoltaron al serbio en una tarde de gran acierto para los Nuggets (57,3 % en tiros) y que les permite asegurar la quinta plaza del Oeste frente a los Utah Jazz.

El argentino Facundo Campazzo no tuvo minutos en los Nuggets.

Por parte de unos Lakers dignos pero insuficientes, Anthony Davis pese a sus problemas físicos (28 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias) y Russell Westbrook (27 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias) fueron los mejores.

JOKIC, DEMASIADO PARA LOS LAKERS

Aunque muy pronto empezó a dar señales de que su pie no estaba bien, Anthony Davis firmó un arranque fabuloso.

Con 12 puntos en el primer cuarto y un estupendo despliegue de recursos ofensivos, el pívot de los Lakers exhibió músculo ante Nikola Jokic y trató por todos los medios de olvidar sus problemas físicos para ayudar a su equipo (28-24).

La reacción de los Nuggets llegó de la mano de Aaron Gordon, fantástico con 14 puntos en el segundo cuarto (incluido un 2 de 2 en triples).

Davis, que alcanzó una preciosa penetración tras pasarse el balón por la espalda, contó con el apoyo de un Russell Westbrook que hizo un gran mate pocos segundos antes de llegar al descanso.

Sin embargo, una desafortunada falta de Malik Monk sobre un intento de triple sobre la bocina de Will Barton le dio la ventaja a los visitantes (61-62) pese a una primera parte sólida de los Lakers.

Nikola Jokic, sin hacer demasiado ruido, se fue al vestuario ya con un doble-doble en el bolsillo (14 puntos y 11 rebotes) tras dos cuartos de terror en el perímetro (6 de 26 en triples entre los dos equipos).

Anthony Davis y Dwight Howard presumieron de química en el interior para bordar un parcial de 13-7 en la reanudación que le devolvió el dominio a los Lakers (74-69 a falta de 8.51)

Poco le duró ese tramo de defensa y contraataque a los angelinos, ya que entre Gordon y Jokic igualaron rápidamente el encuentro (78-78 con 6.20 por jugarse).

El serbio se salió en el tercer cuarto.

El MVP de la temporada pasada sumó 14 puntos en ese parcial encontrando innumerables maneras de torturar a la defensa angelina.

Barton también se destapó desde el perímetro con 11 puntos, pero Davis y Westbrook sumaron esfuerzos para que los Lakers se mantuvieran al acecho antes del desenlace (94-95).

Carmelo Anthony afinó la puntería del banquillo de los Lakers, pero otro veterano reserva como DeMarcus Cousins sujetó a su equipo en los minutos de descanso de los titulares (104-106 con 6.25 para el final).

Como en otras tantas tardes en este curso, los Lakers se enredaron en el desenlace en numerosos errores y se vieron condenados por la fragilidad de su defensa, algo que aprovecharon de maravilla Jokic y Barton para abrir brecha (106-117 a falta de 4.46).

Los de púrpura y oro se llegaron a poner a 6 puntos, pero un rebote ofensivo y una canasta de Jokic con 1.39 en el reloj finiquitaron a unos Lakers cada vez más cerca de una catástrofe histórica