Soto enamora a los fans de Nueva York con su inicio “increíble” de temporada
El primer paso por la casa ha sido un festival de cariño entre el dominicano Juan José Soto y los aficionados de los Yankees, comenzando por el momento que el cañonero saltó al terreno con unos ganchos personalizados que leían “Soto 🖤 NY”, antes de recibir un emocionante saludo por parte de las “Criaturas de las Gradas” (Bleacher Creatures).
Y el lunes, Soto conectó su primer bambinazo en casa con el uniforme de los Yankees, al empalmar un cañonazo de tres carreras que ayudó a Nueva York a superar a los Marlins por 7-0.
Soto confesó que todo esto ha sido mejor de lo que esperaba.
“No te voy a mentir: Creo que sí”, expresó. “Han estado dándome mucho cariño, todos los días. Ha sido increíble. Día tras día, durante el juego. Es genial”.
El batazo de Soto alcanzó las gradas del jardín derecho en el cuarto episodio ante un pitcheo del venezolano Jesús Luzardo.
Soto dijo que la reacción del público lo sorprendió. Hizo conexión ante un cambio de velocidad de Luzardo que elevó sobre la línea del bosque derecho, que produjo que el cañonero se inclinara para ver dónde aterrizaría el batazo de 384 pies. Cuando el batazo abandonó el terreno, los 31,071 aficionados presentes explotaron de emoción.
“Me sorprendieron con eso”, confesó Soto. “Le di bien. Tenía mis dudas de si saldría o no la bola. Pero cuando lo hizo, saltaron de sus asientos. Me sentí muy bien”.
La fiesta continuó cuando Soto volvió a patrullar ese bosque derecho a la defensa, siendo recibido a lo grande por el público de esa zona que continuó coreando su nombre por el resto de la noche.
“Es increíble, con todo lo que hace”, señaló el torpedero de los Yankees Anthony Volpe. “La manera en la que se comporta en el terreno. La manera en la que los fans lo apoyan. Creo que lo mejor es lo que hace en el clubhouse, con esa energía. Sabemos de lo que es capaz. Sabe ser un líder con lo que hace”.
Soto se ha ganado el cariño de los aficionados de Nueva York. El lunes, logró firmar un par de autógrafos justo antes de que el cubano Néstor Cortés hiciera el primer pitcheo del compromiso.
“Vi la hora y empecé a pensar y dudar, porque sabía que el juego estaba supuesto a comenzar a las 6:08”, recordó Soto. “Tenía dos minutos. Me volteé y Néstor ya casi estaba lanzando. Dije, ‘Dios mío, tengo que moverme rápido’”.
Aun en el momento de ser adquirido por los Yankees en diciembre pasado, Soto había producido unos números en el Yankee Stadium que hicieron pensar de inmediato que el dominicano encajaría muy bien en el Bronx.
Pero lo que los Yankees probablemente no esperaban era lo rápido que se sentiría el impacto de Soto. No sólo con los fans, sino dentro del clubhouse.
La organización está anticipando que el dominicano ingrese a la agencia libre luego de esta campaña. Pero luego de escucharlo el lunes, no suena como alguien que esté listo para hablar de ese momento.
“Llamaría esto una familia”, señaló Soto. “Nos sentimos como una familia. Han sido sólo 11 juegos, pero ya estamos muy unidos. Estamos empujando juntos. Todos queremos lo mismo”.