Yordy Cabrera afirma «no tiene nada que ver» con la muerte del prospecto que fue inyectado con caballín

Dice ha sido extorsionado y tiene pruebas suficientes de su inocencia

Santo Domingo.- Yordy Cabrera, el entrenador y dueño de la academia de béisbol que lleva su nombre y donde pertenecía el prospecto, Ismael Ureña Pérez, fallecido tras ser inyectado con una sustancia para caballos, afirmó que no tiene nada que ver con el deceso del joven.

A través de un video en el que asegura su inocencia, Cabrera dijo que «yo no tengo nada en absoluto que ver con eso» y lamentó la muerte de Ismael.

«Yordy Cabrera es un joven que viene de una carrera implacable de 14 años de profesionalismo. Nunca he dado positivo a nada, porque nunca he usado nada, no soy ese tipo de persona y todo queda registrado en la MLB, tanto en la Liga Mexicana y en la LIDOM», puntualizó el pelotero.

Manifestó que ha llevado una relación muy cercana con los padres de los jugadores y destacó que este año tuvo la dicha de conseguir 5 firmas, adolescentes a quienes se les realizó prueba de dopaje y asistieron a una liga de verano en Estados Unidos.

Desmintió en ese orden que esté profiriendo amenazas en contra de los familiares del occiso, y expresó que por todo lo que está pasando ha recibido extorciones. En ese sentido, dice tener pruebas suficientes de su inocencia respecto a las acusaciones en su contra.

Ureña Pérez falleció el 25 de julio. Sus padres se presentaron a la Fundación Familia Sin Violencia (Funfasinvi) en Santiago de los Caballeros el 12 de octubre y el seis de noviembre se depositó la querella, en la Fiscalía de Santo Domingo Este.

Uno de los hermanos del fallecido, Emeilin Ureña, quien también entrenaba en la academia, reveló que el entrenador le ofreció inyectarlo para aumentar su velocidad como lanzador, pero decidió alejarse tras bajar la velocidad en la que lanzaba y experimentar dolores.

Asimismo, Joel Ureña, hermano mayor del joven fallecido, ha denunciado públicamente que tanto él como su familia han recibido mensajes amenazantes, instándolos a guardar silencio.

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