Bustos a José Francisco Peña Gómez y Tancredo Antonio Vargas Cruz, cuando la Ficción supera la Realidad
La ficción es un estado irreal en el cual todo parece estar construido por los elementos existentes en la realidad. Es el “Conjunto formado por los acontecimientos y los personajes que forman parte del mundo imaginario” (Idiomas de Oxford y Google, 2022); la Realidad, por su parte, es lo que podemos palpar o comprobar que existe. Es decir, la “Existencia verdadera y efectiva de algo o alguien” (Idiomas de Oxford y Google, 2022).
Hay una relación de negación que une ambos conceptos e ideas. “La Realidad es algo así como la constatación de la vida. La Ficción es un producto vicario de la Realidad: se limita a observarla y formular variantes que, de un modo u otro, imitan a la vida” (Guelbenzu, 2002).
¿Y qué tienen que ver la Ficción y la Realidad con los bustos de José Francisco Peña Gómez (1937-1998) y Tancredo Antonio Vargas Cruz (1948-2011)? Mucho…
En el acto de develamiento del busto del Dr. José Francisco Peña Gómez, realizado el 16 de noviembre del 2018, en el parque ubicado en la avenida Frank Gullón de San Francisco de Macorís, sus acólitos expresaban que el Dr. “Tiene los méritos suficientes por su trayectoria como político y defensor de los mejores intereses de la nación” (Alcaldía SFM, 2018). Además, reconocían “El papel que jugó Peña Gómez en diferentes episodios históricos para fortalecer la democracia e institucionalidad del país” (Alcaldía SFM, 2018). Sin embargo, hoy en día, el descuido constante de ese espacio muestra que, las palabras proferidas en el referido acto no responden a la Realidad de su accionar y que fueron propias de la Ficción que crean los falsos positivos…
El deterioro constante que ha mostrado el parque José Francisco Peña Gómez es una viva afirmación e imagen de cómo el imaginario de sus seguidores, mayormente aglutinados hoy en el gobernante Partido Revolucionario Moderno (PRM), le rinden honra y pleitesía al dominicano que más masas sociales movilizó y emocionó con su carismático modo de hacer política en la década de los ’90, del pasado siglo XX.
Ver el referido busto, todo descuidado, con la pintura como lepra y, de adorno, las telas de araña que este arácnido le brinda como “Calor de las masas»; es un grito lacerante que habla del ficticio amor que le profesan sus “seguidores» al humanista que planteaba que, ante todo, debía estar “Primero la gente”.
Algo semejante pasa con el busto del Comandante Tancredo Antonio Vargas Cruz, colocado en el hoy Recinto UASD-SFM como reconocimiento a sus aportes para que hoy, esta extensión de la Primada de América esté ubicada en San Francisco de Macorís.
El busto y parque-embajada estudiantil, por erigir, en honor al Comandante Antonio, fue aprobado, primero, por el Consejo Directivo del recinto San Francisco de la UASD, y, luego, por el más alto organismo de sesión permanente de los uasdianos, el Consejo Universitario. Así lo expresan la resolución No. 028-2019 d/f 16/04/2019, del Consejo Directivo del recinto UASD-SFM y la resolución No. 2019-164 d/f 29/05/2019, emitida por el Consejo Universitario. No obstante, aún sigue sin ser cumplido el mandato de estos dos organismos uasdianos que mandan la construcción del nombrado espacio.
La condición de abandono en que ha caído el proyecto de construcción de la “Embajada Estudiantil Bachiller Tancredo Antonio Vargas Cruz”, que honra al máximo representante local del grupo de jóvenes que arriesgaron sus vidas, ante los gendarmes balaguerista, para que la extensión de la UASD que se instalaría en la región del Cibao se instalara en San Francisco de Macorís, como en efecto sucedió, dotando a la tierra fértil del Valle del Cibao de los conocimientos científicos necesarios para su desarrollo; grita desprecio y acentúa el desplante palpable que le hacen aquellos que han jurado seguir su impronta de vida.
Es lamentable tener que constatar que, en el caso de los bustos erigidos a José Francisco Peña Gómez y Tancredo Antonio Vargas Cruz, la Ficción supera con creces la Realidad. Aunque parezca increíble, así es. Más, el anhelo sigue siendo la corrección de este ilógico proceder y que, estos dos dignos hijos de la patria de Duarte, Sánchez, Mella, Luperón, Caamaño, Elías Almonte y demás patriotas dominicanos; sean honrados como su histórica dimensión y aportes, a la República Dominicana y el mundo, mandan. ¡Señores autoridades, la población espera de ustedes ponerse a la altura de su investidura y que sea superado este craso error y desplante!