Escondieron bajo tierra droga, $290,000 y armas (incluyendo un rifle AR-15): agentes federales desenterraron
Cuatro agencias federales investigaron a una organización de tráfico de drogas que operaba en el oeste de Washington. Hicieron vigilancias durante “miles de horas”, interceptaron cientos de llamadas y mensajes de texto, y utilizaron otras técnicas policiales para seguir sus actividades ilícitas.
Pero hasta que registraron una propiedad de 10 acres en Arlington en la que vivía el líder del grupo, César Valdez, descubrieron dónde almacenaban sus cargamentos de droga: debajo de la tierra.
Valdez, un mexicano con una tarjeta de residente permanente y sin antecedentes penales, usaba varios celulares para comunicarse con sus operadores, quienes distribuían droga en dicha región. Él viajaba hasta California para recoger la mercancía y pagar a sus proveedores, según la acusación.
Agentes de la DEA, el FBI, el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) y la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de fuego y Explosivos (ATF) escucharon que Valdez habló varias veces sobre lavar “cientos de miles de dólares” y hasta conversó sobre cometer actos violentos contra miembros de su propia red que él creía le estaban robando narcóticos.
“Las escuchas telefónicas y otras técnicas de investigación revelaron una conspiración masiva para distribuir grandes cantidades de metanfetamina y heroína, así como cantidades significativas de píldoras de oxicodona falsas mezcladas con fentanilo y cocaína”, alegan documentos judiciales.
“También revelaron la propensión a la violencia de los miembros de la organización de narcotraficantes, como lo demuestran las comunicaciones interceptadas que se detallan a continuación después de la incautación de un cargamento de metanfetamina de aproximadamente 49 libras”, agrega.
Cuando la policía arrestó a Valdez durante la madrugada del 16 de diciembre de 2020, en el Casino Snoqualmie, tenía tres armas de fuego en su vehículo, una de estas con un silenciador de fabricación casera.
Una de las pistolas que le confiscaron estaba cargada y estaba chapada en oro. También le incautaron más de 50,000 dólares en efectivo que tenía en las manos, los bolsillos del pantalón, la guantera del auto y en mochilas que llevaba. Los fiscales afirman que fue al casino a lavar dinero.
Ese mismo día, los investigadores registraron múltiples propiedades ligadas a este narco, incluyendo una de 10 acres en Arlington, donde lo estuvieron espiando.
El primer alijo lo encontraron debajo de un vehículo todo terreno ATV Raptor, con el que trataban de ocultar una caja de madera que enterraron a dos pies de profundidad. Encima le pusieron una capa de grava. Dentro había otra caja de plástico, donde colocaron cuatro kilos de metanfetamina.
Siguieron buscando hasta descubrir una tabla circular de madera, debajo de una capa de barro. Al moverla hallaron varios paquetes envueltos con distintas cantidades de metanfetamina, fentanilo y heroína.
Los agentes también localizaron 10 armas de fuego, incluyendo un rifle AR-15 y una escopeta, así como una balanza y un libro de registro de la venta de droga. El rifle AR-15 estaba equipado con un accesorio en el extremo para colocar un supresor.
La noche detuvo la búsqueda y mientras el terreno permanecía bajo resguardo policial, varios vehículos de asociados de Valdez “pasaban lentamente por la propiedad”, describe la acusación.
Al reanudar el registro la mañana siguiente, los agentes ubicaron una pila de troncos recién cortados justo afuera del camino para los vehículos todo terreno, a unos 300 pies de la parte cercada de la propiedad, al lado de un pozo de cemento.
Al quitar los trozos de árboles y una capa de tierra de uno a dos pies, los agentes encontraron una tina de plástico que contenía una hielera y un balde de cinco galones, ambos sellados con celofán y cinta adhesiva roja. Dentro había 47 libras de metanfetamina.
“Durante este tiempo, un vehículo, que coincidía con la descripción de uno previamente conducido por otro miembro de la organización de tráfico de drogas, pasó lentamente por el lugar”, afirma la acusación.
Había otro escondite debajo de un coche BMW. Al moverlo y escarbar entre la graba encontraron dos cajas de madera, en una de las cuales había dos kilos de heroína y unas 10,000 pastillas de fentanilo. En la otra caja estaban 290,000 dólares en efectivo.
Dos estatuillas de la Santa Muerte y una de Jesús Malverde, imágenes a quien los traficantes veneran y pide que protejan sus actividades criminales, también estaban dentro de las cajas de madera.
César Valdez se declaró culpable esta semana de delitos federales de drogas, armas y lavado de dinero.
Ahora enfrenta una sentencia mínima de 10 años de prisión y una máxima de cadena perpetua. Su audiencia condenatoria se programó para el próximo 4 de octubre.