Esmeralda Pimentel, la actriz que se hizo famosa en novelas mexicanas y que es hija de un dominicano de La Vega
A pesar de haber nacido en Estados Unidos, tener madre mexicana –criarse en México- sus raíces y “tigueraje” dominicano, heredado de su padre, le brotan por los poros.
Tan solo al acercarme, ella con auténtica genuinidad me lanzó un “Machuca”, acompañado de ese gesto de las manos que “tumbó”, en automático la barrera entre el periodista y la figura. A partir de ese preciso momento abrió camino, con mucha sinceridad, a contar su historia.
Esmeralda, quien hizo su debut como actriz en 2009, con la telenovela “Verano de amor”, y antes de ello, en 2007, participó en Nuestra Belleza Jalisco (cuando se desempeñaba como modelo), estuvo como una de las figuras invitadas a Premios Platino 2022, en la Madrid, España, ciudad donde se encuentra rodando “Montecristo” con William Levy, una historia basada en el clásico de Alejandro Dumas “El conde de Montecristo”.
Pero antes, saldrá a luz en España la película que hiciera con Miguel Ángel Muñoz “En otro lugar”, y a esta le sigue “Donde hubo fuego”, una serie en la que asume el rol de una mujer bombero y estará en Netflix.
La actriz que fue protagonista del filme de Netflix “La bella y las Bestias”, así como de “Ahí te encargo”, junto a Mauricio Ochmann, nos sorprendió con su conocimiento sobre la Ley de cine de Dominicana y orgullosa de los avances tiene el país en materia cinematográfica. Y sí, quiere filmar en Quisqueya, en la ciudad natal de su padre: La Vega.
“Me encantaría rodar en La Vega, donde mis padre nació, donde creció mi familia. Poder reconectar con mi país. Quiero conocer esa parte que formó la infancia de mi padre, de mis tíos. Nada me daría más ilusión que eso”, dijo la también actriz de “Abismo de pasión”.
Sobre el cine latino, destacó lo mucho que se necesitan esas historias cercanas, y que muestren la realidad de su gente. “Creo que cada vez más se están haciendo historias más complejas, con maneras más diversas de rescatar distintas realidades. La `latinidad` es algo muy complejo, no es una sola cosa. Cada cultura, cada punto geográfico, cada persona vive realidad distintas y todas merecen ser contadas. Por eso quiero rodar en La Vega, me siento muy orgullosa de mi parte dominicana y cuando veo a dominicanos, en cualquier parte del mundo, es como estar en casa”.
La mujer y el cine
Esmeralda, ha luchado mucho por saltar de las producciones de telenovelas al cine, y recuerda haber dejado atrás una parte de sí misma relacionada a su intuición por el deseo de ser reconocida, pero un buen día decidió hacer camino en el séptimo arte y los seriales. Buscando historias que se “parecieran más a ella”, se embarcó en viaje que la llevado por Estados Unidos y Europa.
Además, se refirió al rol femenino y señaló lo mucho hace falta el apoyo económico para desarrollar, aún más, la presencia de las mujeres. “Veo tantas mujeres con grandes proyectos que no cuentan con las fuerzas económicas para levantarlos, pero confío en que las mujeres sigamos siendo cada vez más respetadas y tomadas en cuenta”, asegura y confiesa le gustan ver películas y series de mujeres fuertes, pero no insensibles. De esas que atraviesan retos.
Cambio de look, ¿por qué?
Cuando pensamos en la Esmeralda de sus primeras telenovelas, nos llega la imagen de la chica de cabellera larga y abundante. Pero decidió dejar atrás el “estereotipo en el que estaba encasillada”. “Siempre luché por demostrar mis capacidades, y no siempre llegaban las oportunidades. Por eso me dije, ´me corto el pelo y dejo atrás los estándares´”. Un cambio radical que le brindó frutos y que, según cuenta, le abrió las oportunidades más significativas de su carrera.
“Ahora estoy interpretando papeles que no tienen nada que ver con lo que hacía antes y creo que hay que atreverse a hacer cambios y no dejarnos arrastrar por los cánones que la sociedad impone”, dice quien también participase en na en la popular serie “The good doctor”.
Recientemente, Pimentel se sumó a la escritora Bárbara Arredondo para lanzar una campaña en contra de los estándares de belleza impuestos por la sociedad.
En este contexto, testificó que debido a los prejuicios sobre las estrías ha perdido muchos trabajos.
“Decidí mostrar mis estrías porque fue algo que siempre me enseñaron que era un motivo de vergüenza y que me generaba no solamente mucha pena, poder, sino que también perdí muchos trabajos”, confesó y continuó abundando que “ya de por sí en el mundo al que pertenezco hay muchísima falsedad y ha contribuido muchísimo a todo este daño de la salud mental y todas estas inseguridades de muchos jóvenes, y creo que me corresponde mostrar también la realidad. Dejar a flor de piel mis imperfecciones y en lugar de llamarlo así, verlo como aquello que me hace distinta y de lo que debo sentirme orgullosa”, puntualiza la beldad de orígenes dominicano que también es parte de la Organización Caritas que apoya a niños y adultos con enfermedades crónico-degenerativas para que estos puedan realizar sus tratamientos médicos.