El gobierno también cerró el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) y prohibió el uso del «lenguaje inclusivo» y cualquier referencia a la perspectiva de género en los documentos oficiales.
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Milei ha confrontado con el colectivo feminista que logró que se legalizara el aborto en Argentina.
El 24 de marzo, al conmemorase el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia por los 48 años del golpe de Estado que llevó al poder al último régimen militar, la Casa Rosada publicó en su cuenta oficial en X un video que se enfocaba en las víctimas de los grupos subversivos, previo al golpe.
El documental de casi 13 minutos no mencionó a los desaparecidos de la última dictadura, que según organismos de Derechos Humanos fueron cerca de 30.000 personas.
Milei, al igual que su vicepresidenta Victoria Villarruel, niega ese número. Sin embargo, los dos han declarado que no planean indultar a los militares condenados por crímenes de lesa humanidad, como habían advertido algunos activistas.
Otra batalla fuerte de Milei ha sido contra la prensa.
«Probablemente en el lugar del mundo donde más podrido está el periodismo es en Argentina , donde gran parte de los periodistas son mentirosos y calumniadores seriales», le dijo a la BBC.
El presidente ha acusado a muchos periodistas locales de ser «ensobrados» (recibir sobornos) y sus ataques contra quienes realizan coberturas que considera críticas han generado varias alertas de organismos de prensa como el Foro de Periodismo Argentino (Fopea), la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) y la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
A finales de mayo, el gobierno suspendió los portales y las redes sociales de todos los medios de comunicación públicos, anunciando un “proceso de reorganización que tiene como objetivo mejorar la producción, realización y difusión de los contenidos que se generan”.
La frase recibió críticas por su pesada carga simbólica: el Proceso de Reorganización Nacional fue el nombre formal de la dictadura que gobernó entre 1976 y el regreso de la democracia, en 1983.
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El gobierno realiza un “proceso de reorganización” de los medios estatales.
Milei ha dicho que planea cerrar o privatizar todo el sistema de medios estatales , incluyendo la Televisión Pública, fundada en 1951, y Radio Nacional, que transmite desde hace casi 87 años, pero para ello, debe lograr que el Congreso apruebe su paquete de propuestas legislativas conocida como Ley Bases.
No obstante, hasta el momento y más allá de algunas victorias legislativas parciales, el presidente no ha logrado en estos seis meses que se apruebe ninguno de los proyectos de ley que envió al Congreso.
Nueva relación con el mundo
Milei ha dedicado más tiempo que cualquiera de sus antecesores a viajar -lleva ocho visitas al extranjero: cinco a Estados Unidos y ninguna a países vecinos-, pero esto no es lo más relevante de su política exterior.
Mientras que el kirchnerismo -que gobernó durante 16 de los últimos 20 años- reforzó los vínculos regionales de Argentina, el gobierno de Milei dio un giro de 180 grados y mantiene una política internacional que emula a la de Carlos Menem (1989-99) , la principal referencia política del presidente.
Menem mantenía un vínculo tan cercano con EE.UU. que su propio canciller lo definió como “relaciones carnales” . También se alió fuertemente con Israel, convirtiéndose en el primer mandatario argentino en visitar ese país, en 1991.
De igual forma, Milei ha declarado que sus dos principales socios internacionales son EE.UU. e Israel.
En febrero, eligió a esta última nación para hacer su primera visita extranjera -tras su breve paso por Davos-, incluso a pesar de que Israel estaba en guerra. Desde allí, confirmó que planea mudar la embajada argentina a Jerusalén occidental, siguiendo los pasos de Donald Trump, quien en 2018 hizo lo propio con la embajada estadounidense.
Milei ha sido uno de los pocos mandatarios mundiales que ha defendido incondicionalmente el accionar israelí en Gaza . Hablando con la BBC, dijo que no consideraba que hubiera cometido algún exceso.
El alineamiento con Washington ha sido igual de absoluto. Consultado por su cercanía con Trump, quien este año competirá por la presidencia contra el actual mandatario, Joe Biden, Milei dijo que “independientemente de quien gane, yo soy aliado de EE.UU., sea demócrata o sea republicano”.
Pero, aunque habrá que esperar el resto del mandato para saber si el vínculo con Washington es más o menos fuerte que con Menem, estos seis meses ya han alcanzado para ver que, en otros asuntos de política internacional, el de Milei es un gobierno como ningún otro que ha tenido Argentina.
Y es que, mientras que Menem cultivaba una política de diálogo y búsqueda de consensos, Milei tiene un estilo confrontativo que le ha generado roces y polémicas con varios otros países.
El altercado más reciente fue con España, país al que visitó a finales de mayo, en una visita mayormente privada que tuvo como principal fin brindar un discurso durante un acto organizado por el partido de ultraderecha español Vox.
En su alocución, Milei calificó de «corrupta» -sin nombrarla- a la esposa del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez , generando una crisis diplomática que concluyó con el retiro definitivo de la embajadora española en Buenos Aires.
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La pelea más reciente de Milei fue con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez.
El líder argentino dijo que sus comentarios fueron en respuesta a los agravios que recibió de parte de funcionarios del gobierno español. Por ese motivo, se rehusó a disculparse.
Pero España está lejos de ser el único país con el que se ha peleado el líder libertario.
También ha tenido cruces con los dos principales socios comerciales de Argentina: Brasil y China .
Durante su campaña, el entonces candidato tildó de “corrupto” y “comunista” al actual presidente brasileño Luiz Inácio «Lula» da Silva, quien no asistió a su asunción (a la que sí fue su rival, el exmandatario de derecha Jair Bolsonaro).
En tanto, Milei dijo que no tendría «vínculos con países comunistas”, aunque sí permitiría a las empresas comerciar libremente.
«El comunismo es un régimen asesino. El comunismo ha asesinado a 150 millones de seres humanos. Es decir, ha sido la mayor maquinaria asesina de la historia de la humanidad», dijo a la BBC en abril, aclarando que no opinaba sobre el líder chino Xi Jinping porque «no lo conozco personalmente como para hacer un juicio de valor».
Aunque no ha habido reacciones oficiales del hermético gobierno chino, muchos observadores resaltan que por ahora Argentina no ha logrado renegociar una deuda que mantiene con Pekín por US$4.900 millones, que utilizó el gobierno anterior de Alberto Fernández, y que vence a mitad de año.
Tampoco ha logrado renovar un swap (intercambio) de monedas, que le ha permitido al país sudamericano fortalecer sus escasas reservas internacionales, a pesar de que tanto la canciller argentina como el presidente del Banco Central viajaron hasta la capital china en abril con ese propósito.
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Además de sus peleas con algunos líderes mundiales, Milei también ha sido noticia por sus encuentros con personalidades famosas, como el empresario Elon Musk.
Pero los problemas diplomáticos no terminan allí.
En apenas seis meses, Milei también ha tenido fuertes cruces con dos históricos aliados de Argentina: México y Colombia .
La «primera piedra» vino de parte de los líderes de esos países, quienes durante la campaña habían criticado en duros términos al entonces candidato libertario.
Consultado por esos dichos durante una entrevista a finales de marzo con el periodista Andrés Oppenheimer, de CNN en Español, el presidente argentino echó más leña al fuego.
«Es un halago que un ignorante como (Andrés Manuel) López Obrador hable mal de mí, me enaltece», dijo sobre su par mexicano, quien lo había llamado un «facho conservador».
Con el presidente de Colombia, fue aún más agresivo. «Mucho no se puede esperar de alguien que era un asesino terrorista «, dijo sobre Gustavo Petro, haciendo referencia a su pasado como guerrillero.
Petro había apoyado al rival de Milei en los comicios y había comparado sus dichos con el nazismo.
Ambas crisis fueron zanjadas por la vía diplomática, algo que todavía no ocurre con España, país al que Milei planea regresar el 21 de junio para recibir un galardón.