Árbitro argentino que pitó la final del Mundial Rusia 2018 se retira y compara el fin de su carrera con el de Mike Tyson

El árbitro argentino Néstor Pitana decidió ponerle fin a su exitosa carrera impartiendo justicia en los terrenos de juego. Su último partido se dio en el torneo argentino en un encuentro en el cual Platense y Lanús igualaron a un gol.

Al finalizar el encuentro, Pitana dio unas curiosas declaraciones en las que se comparaba con el legendario boxeador Mike Tyson. “Como le pasó a Mike Tyson: cuando te das cuenta de que estás más cerca de las cuerdas que del centro del cuadrilátero. Dirigí a Cristiano Ronaldo, Messi, Ronaldinho, Chino Recoba y tantos otros”, dijo el colegiado. Cabe resaltar que Pitana fue elencargado de impartir a la justicia en la fnal del Mundial Rusia 2018.

Pitana recibió una placa de manos del presidente de la Asociación Argentina de Fútbol (AFA), Claudio Tapia, quien estaba CON el director de formación arbitral, Federico Beligoy, y el presidente de Platense, Pablo Bianchini.

Néstor Pitana es el árbitro argentino que más apariciones como juez principal tuvo en un Mundial y además es el segundo en la historia de la Copa del Mundo, únicamente por detrás del uzbeko Ravshan Irmatov, con 11 apariciones.

En el año 2018 fue elegido por la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol como el mejor árbitro del mundo, hecho que lo situó como el segundo juez argentino en obtener dicha distinción. Anteriormente lo había hecho Angel Coerezza en 1970 en México, premiado por la FIFA.

Para Néstor Pitana es el momento de dar paso a nuevas generaciones y así poner fin a su exitosa carrera dentro del arbitraje, en la cual comenzó con “Es el momento de dejarles paso a los árbitros más jóvenes que vienen pidiendo su lugar. Obviamente que tengo la misma pasión y termino los partidos con las pulsaciones bien altas como los propios jugadores y quisiera seguir dirigiendo mañana mismo”, afirmó.

Pero a los 47 años creo que es la hora de decir adiós“, prosiguió el legendario árbitro. “Empecé con las tarjetas, que no eran de acrílico, sino con láminas de cartulina roja y cartulina amarilla. Me dieron tantos saludos en el vestuario”, contó Pitana.

“Eso no tiene precio, amigo. Uno se va con la autoridad moral de poder mirar al frente a todos. A veces no pude controlar algunas emociones y he pedido disculpas. Los jugadores dicen que tienen las pulsaciones a mil, y a mí me pasó”, finalizó.