Asesinan a un líder social en el noroeste de Colombia
Colombia.- Presuntos miembros de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), conocidas también como Clan del Golfo y que son la principal banda criminal del país, asesinaron al líder social Lenin Guerra en el departamento de Antioquia, informaron este viernes las autoridades.
La Oficina del Alto Comisionado para la Paz lamentó «el asesinato del líder social Lenin Guerra Castro y la desaparición de su pareja, Yuliana Galeano Luján, quien horas después fue dejada en libertad».
Tanto Guerra como Galeano, reconocidos líderes del municipios de Remedios, fueron secuestrados por las AGC en Segovia, en lo que el Gobierno consideró una «nueva actuación de las AGC contra los civiles».
«Son más de 30 años que han traído dolor, destrucción de sueños y proyectos de vida en esta región. Apelamos a las AGC, a quienes se atribuye por fuentes locales, la comisión de este daño irreparable y delitos contra la vida y la libertad a actuar en coherencia con su anuncio público de un cese al fuego desde el pasado 7 de agosto», agregó la Oficina del Alto Comisionado para la Paz.
El Clan del Golfo anunció el 7 de agosto un cese unilateral de «hostilidades ofensivas» para buscar «caminos de paz» ante la «era distinta» que se abrió en Colombia con la investidura del izquierdista Gustavo Petro como presidente.
Petro ha mostrado voluntad de emprender una política de paz total que contempla retomar los diálogos de paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), pero también el hablar con otros grupos armados que operan en el territorio.
Sobre el Clan del Golfo, que nació tras la desmovilización de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), el mandatario ha hablado de «sometimiento voluntario a la justicia», pues distingue entre los grupos como el ELN que nacieron desde la insurgencia y con una ideología y estos otros grupos.
Desde que el Gobierno de Colombia extraditó al máximo líder del Clan del Golfo, Dairo Antonio Úsuga, alias «Otoniel», en mayo pasado, este grupo empezó una campaña de retaliación, una embestida que incluyó una semana de paro armado que puso en jaque el norte y noroeste del país en mayo pasado.