Bukele desafía orden de la Corte Suprema de EE. UU. y se niega a devolver a Kilmar Ábrego García

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha generado una controversia internacional al declarar durante su visita a la Casa Blanca que no tiene intención de liberar ni devolver a Kilmar Ábrego García a Estados Unidos. Esta decisión desafía directamente una orden de la Corte Suprema de EE. UU., que había declarado ilegal la deportación de Ábrego.
Bukele justificó su postura argumentando que no quiere “meter a un terrorista ilegalmente” en Estados Unidos, a pesar de que no existen cargos formales en contra de Ábrego. Esta declaración ha generado preocupación en organizaciones de derechos humanos y en el gobierno de EE. UU.
Kilmar Ábrego García ingresó a Estados Unidos en 2011 huyendo de amenazas de pandillas en El Salvador. En marzo pasado, fue deportado a su país de origen, a pesar de una suspensión de deportación y de un fallo de un tribunal de 2019 que advertía sobre el riesgo de violencia que enfrentaría en El Salvador. Actualmente, Ábrego se encuentra encarcelado en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) en El Salvador.
El caso de Ábrego ha tensado las relaciones entre Estados Unidos y El Salvador, poniendo de manifiesto la discrepancia entre el cumplimiento de las órdenes judiciales estadounidenses y la política de seguridad del gobierno salvadoreño. La secretaria de Justicia estadounidense, Pam Bondi, declaró que la decisión final sobre el destino de Ábrego “corresponde a El Salvador”, lo que subraya la complejidad de la situación.
Este caso ha generado un debate sobre los derechos de los migrantes, el debido proceso y la cooperación internacional en materia de justicia y seguridad.