China inaugura su primera “estación espacial terrestre”
China inauguró su primera “estación espacial terrestre”, una infraestructura de simulación e investigación del entorno espacial capaz de recrear factores ambientales del espacio.
Las instalaciones se encuentran en la ciudad nororiental de Harbin y han sido construidas conjuntamente por el Instituto de Tecnología de Harbin y la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China, informó en las últimas horas el diario local Global Times.
El complejo consta de cuatro edificios experimentales, dedicados a la simulación del entorno espacial integral, la ciencia del plasma espacial, la ciencia del entorno magnético espacial y la cría de animales.
La estación puede simular nueve factores ambientales propios del espacio como el vacío, las altas y bajas temperaturas, la radiación electromagnética, el polvo espacial, el campo magnético débil y la microgravedad.
“El logro significa que muchos experimentos futuros que antes tenían que realizarse en el espacio ahora se podrán llevar a cabo en la Tierra”, indicó el director del instituto de investigación de entorno y ciencia de materiales espaciales del Instituto de Tecnología de Harbin, Li Liyi, citado por el rotativo.
Eliminando el traslado de instrumentos y equipos al espacio, una estación espacial terrestre ofrece ahorro de costes, reducción de riesgos de seguridad y la posibilidad de controlar los factores ambientales específicos para experimentos científicos, informó el diario.
El país asiático cuenta con una estación espacial, llamada ‘Tiangong’ en mandarín, que funcionará durante unos 15 años orbitando a unos 400 kilómetros de la superficie terrestre.
Este año, es probable que se convierta en la única estación espacial del mundo si la Estación Espacial Internacional, una iniciativa encabezada por Estados Unidos y a la que China tiene vetado el acceso por los lazos militares de su programa espacial, se retira en 2024 tal y como está previsto.
China ha invertido fuertemente en su programa espacial y ha conseguido alunizar la sonda Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna -primera vez que se logra- y llegar por primera vez a Marte, convirtiéndose en el tercer país -tras Estados Unidos y la extinta Unión Soviética- en ‘amartizar’.