Congelación de fondos y recortes a la ayuda humanitaria bajo la administración Trump genera alarma internacional
Bajo la administración del expresidente Donald Trump, la agencia encargada de brindar asistencia humanitaria internacional ha enfrentado trastornos significativos, que han afectado a programas vitales en todo el mundo. Decenas de altos funcionarios han sido puestos en excedencia, miles de contratistas despedidos y se han congelado miles de millones de dólares en ayuda internacional.
Marco Rubio, Secretario de Estado de EE. UU., defendió estas medidas, argumentando que “Estados Unidos no es una organización benéfica” y que el país necesita centrarse en sus propios intereses. Sin embargo, esta postura ha generado una creciente preocupación entre las organizaciones humanitarias que dependen de los fondos estadounidenses para mantener sus operaciones en países con crisis humanitaria.
La congelación de los fondos ha puesto en riesgo programas esenciales, como aquellos destinados a combatir la desnutrición infantil, una de las crisis más graves en muchas regiones del mundo. El cese de estos apoyos podría tener consecuencias fatales, ya que los niños desnutridos corren el riesgo de morir debido a la falta de recursos.
La incertidumbre creada por la decisión de la administración Trump ha aumentado el estrés en las organizaciones de ayuda, que ahora enfrentan la difícil tarea de adaptarse a la falta de fondos, a la vez que luchan por mantener la ayuda a las poblaciones más vulnerables. La situación sigue siendo crítica, mientras las autoridades internacionales y locales piden una reconsideración de estas políticas que amenazan con intensificar las crisis humanitarias globales.