Consejo de Seguridad de la ONU suspende en último momento sesión sobre crisis en Haití
El Consejo de Seguridad de la ONU suspendió en el último momento una sesión extraordinaria que iba a dedicar a la crisis en Haití, con la que pretendía poner freno de algún modo al deterioro de seguridad que vive el país, agravado por un brote de cólera.
La reunión se había convocado a las 15.00 hora local (19.00 GMT) de forma inesperada esta misma mañana, pese a que a esa misma hora había otra programada para tratar la guerra en Somalia, pero minutos antes de celebrarse, fue suspendida y pospuesta hasta fecha no precisada.
Ya el embajador francés ante la ONU, Nicolás de Rivière, dijo esta mañana al entrar a otra sesión del Consejo que veía improbable que este miércoles se pudieran tratar alguna de las dos resoluciones sobre Haití, que actualmente se negocian entre bambalinas entre los miembros del Consejo.
La idea de las dos resoluciones separadas apareció el lunes, en otra reunión del Consejo sobre Haití: una para propiciar una intervención armada extranjera de apoyo a las fuerzas haitianas para retomar el control de grandes partes del país controladas por bandas delictivas, y otra para imponer una batería de sanciones a los responsables de la violencia, incluidos los líderes de las bandas.
Ya en la sesión del lunes florecieron importantes divergencias sobre el fondo y la forma de ambas resoluciones, y tanto Rusia como China expresaron sus dudas sobre la conveniencia y la eficacia de ambas medidas.
Fue el propio Gobierno haitiano el que pidió el pasado 7 de octubre el apoyo de una fuerza armada internacional para desbloquear las principales carreteras y puertos del país y garantizar así el libre movimiento de agua, combustible y material médico para evitar que la situación en el país se deteriore aún más.
Dos días después, el secretario general de la ONU, António Guterres, propuso el envío de una “fuerza de acción rápida” compuesta por militares de uno o varios países para ayudar al Gobierno a recuperar el control de Puerto Príncipe de las bandas armadas y desbloquear el suministro de combustible y otros productos básicos, pero hasta el momento ningún país ha aceptado oficialmente liderar u organizar esa fuerza.
Por EFE