Cónsul británico es secuestrado en Ecuador

El cónsul honorario de Reino Unido en la ciudad portuaria de Guayaquil, Ecuador, Colin Armstrong, fue secuestrado en la provincia Los Ríos (suroeste) en medio de una creciente ola de violencia ligada al narcotráfico, indicó la policía ayer.

Según medios locales, el diplomático es también un empresario agrícola fundador de Agripac, una de las mayores empresas de suministro de productos agrícolas de Ecuador, que también desarrolla soluciones en los campos de la acuicultura, producción de fertilizantes, químicos industriales, salud animal, semillas y larvicultura, entre otros, y fue raptado en la madrugada en su hacienda en el cantón Baba.

Armstrong, de 78 años, recibió la Orden del Imperio Británico y la Orden de San Miguel y San Jorge (CMG) por sus servicios a la monarquía británica en 2011.

En un mensaje en la red X, la Policía Nacional ecuatoriana publicó: “Ante presunto hecho delictivo en contra de un empresario ocurrido esta madrugada en Los Ríos; unidades especializadas de la Policía de Ecuador ejecutan labores operativas y de investigación en territorio”.

En tanto, el medio británico Daily Mail, informó que también fue secuestrada una mujer colombiana junto con Armstrong y quien está siendo descrita como su esposa e identificada como Katherine Paola Santos.

En redes sociales, ha trascendido un video en el que se muestran los estragos del secuestro en la que sería la residencia de la que Armstrong fue sustraído por al menos 15 hombres, según lo que señalan las publicaciones.

El coche del cónsul honorario, un BMW negro en el que se dice que se llevaron las víctimas del secuestro, ha sido encontrado abandonado en la carretera entre Baba y la cercana ciudad de Salitre, publicó Daily Mail.

Según informaron medios locales, el Ministerio de Exteriores del Reino Unido dijo en un comunicado que está en contacto con las autoridades tras la desaparición de un hombre británico, pero no confirmó su identidad ni la ubicación del posible crimen.

Ecuador, en crisis de violencia

Ecuador se ha convertido en los últimos años en un centro de operaciones de carteles de droga extranjeros y locales que imponen un régimen de terror con matanzas, secuestros y extorsiones.

Numerosas bandas controlan las cárceles y las calles donde se ha disparado la violencia. Desde 2018 la tasa nacional de homicidios se ha cuadriplicado, pasando de seis a 26 por cada 100 mil habitantes.

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, en el poder desde noviembre, apuesta por una política de mano dura contra las organizaciones del narcotráfico.

Incluso, en las últimas campañas políticas en Ecuador, se suscitó el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, ocurrido en agosto al ser tiroteado por presuntos sicarios colombianos a la salida de un mitin electoral, después de que en semanas anteriores ya hubiera denunciado amenazas de muerte en su contra.

El asesinato de Villavicencio fue el pináculo de una fuerte ola violencia política que ya se había cobrado antes la vida de otros políticos y candidatos, como el alcalde de Manta, Agustín Intriago, algo que ya se vio también en las elecciones locales celebradas en febrero, donde también fue asesinado un candidato a alcalde la noche anterior a la votación.

En junio, el secuestro de un empresario italiano en Guayaquil alarmó a la comunidad internacional.

Los secuestros extorsivos a esa fecha se habían triplicado en el país andino, según cifras de la Unidad Antisecuestros y Extorsión de la policía que, en el primer semestre de 2023, registraba 54 casos denunciados y resueltos con la liberación de 78 personas, informó The San Diego Union Tribune.