Corea del Sur acordó una pronta cumbre con Trump ante las preocupantes acciones del régimen de Kim Jong-un
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, mantuvo una conversación telefónica este jueves con el republicano Donald Trump por su victoria en las elecciones de Estados Unidos y ambos acordaron mantener una cumbre pronto y expresaron la preocupación por la situación en Corea del Norte.
Yoon felicitó a Trump por su victoria con el lema ‘Make America Great Again’ y manifestó su esperanza de que continúe la colaboración con Estados Unidos bajo su liderazgo, según dijo el líder surcoreano en declaraciones recogidas por la agencia local Yonhap.
En respuesta, Trump expresó su gratitud y dijo que espera continuar la relación de cooperación entre Corea del Sur y Estados Unidos, en una conversación que duró unos doce minutos, según dicha fuente.
También discutieron la situación de Corea del Norte, incluidos los recientes desarrollos nucleares, lanzamientos de misiles y despliegue de tropas en Rusia, y expresaron su preocupación sobre estos temas de seguridad y sobre la urgencia de la situación en Ucrania.
Trump mencionó que Estados Unidos busca trabajar con Corea del Sur en la industria naval, exportaciones, reparaciones y mantenimiento y acordaron que mantener una cumbre “sería esencial” para hablar de estos asuntos y dijeron que encontrarían una fecha y lugar para la misma.
La llamada se produjo después de que en la víspera, Yoon felicitara a Trump por su victoria en las elecciones y dijera estar “esperando a trabajar con él” para estrechar los lazos bilaterales.
“Bajo tu fuerte liderazgo, el futuro de la alianza entre Estados Unidos y la República de Corea (nombre oficial de Corea del Sur) y América brillará más”. Esperando a trabajar estrechamente contigo, dijo Yoon en un mensaje a través de su perfil oficial en X.
Uno de los puntos claves en las relaciones bilaterales será la contribución surcoreana a Washington por acoger bases estadounidenses en su territorio, después de que Trump afirmara durante la campaña que exigiría a Seúl el pago anual de 10.000 millones de dólares por el mantenimiento del despliegue de EE.UU.
El mes pasado, Seúl y Washington renovaron su acuerdo que regula las aportaciones surcoreanas hasta 2030, y pactaron que en 2026 Corea del Sur incrementará esta cantidad en un 8,3 % hasta los 1.190 millones de dólares, además de subirla en los siguientes 4 años en línea con el aumento del índice de precios de consumo.
Durante la primera gestión de Donald Trump en la Casa Blanca, el mandatario y Kim Jong-un mantuvieron una inusual relación en la diplomacia estadounidense.
Comenzó con fuertes tensiones: Trump y Kim intercambiaron insultos y amenazas en redes sociales y discursos, con Trump llamando a Kim “hombre cohete” y Kim refiriéndose a Trump como “viejo senil”.
Sin embargo, este clima de confrontación cambió notablemente en 2018, cuando Trump aceptó reunirse con Kim, convirtiéndose en el primer presidente estadounidense en funciones en hacerlo.
La primera cumbre en Singapur generó expectativas, ya que ambos líderes firmaron un acuerdo vago para avanzar hacia la desnuclearización de Corea del Norte. A pesar de una segunda cumbre en Hanói y un breve encuentro en la zona desmilitarizada de Corea, el proceso de desnuclearización no avanzó significativamente.