Decomisan en Turquía 188.000 litros de alcohol adulterado antes de años nuevo
Estambul (Turquía).- La Policía turca se ha incautado este viernes de 188.000 litros de bebidas alcohólicas adulteradas o de contrabando, en una nueva operación para evitar los habituales envenenamientos durante las celebraciones de fin de año por consumo de estos productos, mucho más baratos.
En una operación simultánea en todo el país, los agentes interceptaron también 15.000 litros de alcohol etílico, 6.100 botellas ya preparadas con bebida y otras 1.300 vacías, así como miles de etiquetas, pegatinas y sustancias para aromatizar bebidas.
Se identificaron doce talleres donde se fabricaba alcohol adulterado y se ha detenido a 220 personas, informó el ministro del Interior, Ali Yerlikaya, en la red X, antes Twitter.
El material decomisado previene la pérdida de algo más de un millón de euros en impuestos, agregó el ministro, subrayando que además supone un peligro para la salud ciudadana.
Docenas de personas mueren cada año en Turquía, y muchas más resultan envenenadas, debido al consumo de alcohol clandestino, elaborado y embotellado sin licencia, especialmente en los meses de verano y en las fiestas navideñas.
El Colegio de Ingenieros Químicos estima que el número de fallecidos ha ido subiendo con los años y que unas 50 personas mueren cada temporada festiva de final de año.
La principal causa es el alto precio del alcohol no solo en los bares y restaurantes, que deben pagar una tasa extra para obtener una licencia de servir bebidas alcohólicas, sino también en el supermercado.
Turquía es el tercer país de Europa con los impuestos al alcohol más elevados, después de Islandia y Noruega, y las tasas se elevan cada año.
Así, con un salario mínimo que en los últimos años ha oscilado entre los 300 y 500 euros, una botella de 70 centilitros de raki, el aguardiente anisado que se considera la bebida nacional, cuesta hoy unos 16 euros al cambio actual.
Ante el continuo incremento de los precios, muchos turcos recurren a producir anís en casa, mezclando alcohol puro con agua y aromas, o compran bebidas fabricadas clandestinamente.