La cisticercosis se contrae cuando los humanos ingieren huevos que se encuentran en las heces de otros humanos con teniasis, la tenia del cerdo. El informe señala que los países que prohíben la carne de cerdo tienen tasas “prácticamente inexistentes” de neurocisticercosis.

El hombre no había viajado recientemente ni había tenido contacto cercano con cerdos, por lo que los neurólogos atribuyeron la afección a su “preferencia de toda la vida por el tocino blando”, lo que pudo haber llevado a un “consumo accidental de tocino poco cocido”.

“El consumo de carne de cerdo poco cocida es un factor de riesgo teórico de neurocisticercosis por autoinoculación, como sospechábamos en este caso”, concluyeron los investigadores.

La autoinoculación ocurre cuando una persona transfiere una enfermedad de una parte de su cuerpo a otra. En otras palabras, es como enfermarse.

Concluyeron que el hombre contrajo el parásito por “lavado inadecuado de manos después de haber contraído él mismo la teniasis por sus hábitos alimenticios”.

Los investigadores dijeron que la enfermedad “puede pasarse por alto fácilmente, especialmente si existe una afección neurológica subyacente conocida, como la migraña”.