DHS despliega un operativo sin precedentes para proteger la investidura de Donald Trump
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de EE. UU. ha implementado un operativo de seguridad sin precedentes para resguardar la investidura de Donald Trump, uno de los eventos más significativos en la política del país. Con más de 50 kilómetros de vallas de seguridad y un contingente de 20,000 agentes de diversas agencias federales, estatales y locales, el operativo busca garantizar la seguridad y el orden durante la ceremonia.
Originalmente prevista al aire libre, la ceremonia de investidura fue reprogramada para celebrarse en el Capitolio debido a las inclemencias del tiempo. Trump justificó el cambio de lugar al recordar un incidente similar en 1985 durante la investidura del presidente Ronald Reagan, cuando también se adoptó esta medida debido a las condiciones climáticas extremas.
Este operativo, considerado uno de los más grandes en la historia reciente del país, se inspira en estrategias de seguridad utilizadas en eventos pasados, pero con una escala mucho mayor para hacer frente a los nuevos desafíos de seguridad. El DHS ha coordinado con diversas agencias para poner en marcha un dispositivo que asegure la protección tanto de los asistentes como del propio Trump, con el objetivo de evitar cualquier incidente que pueda perturbar la ceremonia.
Las autoridades han destacado que se están tomando todas las precauciones necesarias, con un enfoque integral que incluye el monitoreo constante del evento, el control de accesos y el despliegue de fuerzas de seguridad en puntos estratégicos de la ciudad.