Dominicanos en EEUU enfrentan 19 cargos federales por estafa millonaria a través de llamadas desde RD
New York.- Once estafadores dominicanos, cinco en República Dominicana y seis en Estados Unidos, enfrentan 19 cargos federales por estafas de millones de dólares a cientos de ancianos a quienes llamaban desde números jaqueados para decirles que algún familiar estaba en situación de riesgo en el país caribeño y enviaran dinero.
Los fiscales federales con sede en el distrito de Newark (Nueva Jersey), dijeron ayer jueves luego de anunciar los arrestos y acusaciones, que los cinco principales cabecillas de la banda contaban con seis mensajeros en Estados Unidos quienes recogían parte del dinero en efectivo, mientras otras cantidades eran enviadas por remesa a la República Dominicana.
Se cree que los centros de llamadas (Call Center) operaban en cárceles dominicanas entre estas La Victoria en Villa Mella (Santo Domingo) donde recientemente se confiscaron numerosas antenas y equipos para internet y transmisiones, aunque los federales no han confirmado ese dato.
Los imputados fueron identificados como Juan Rafael Parra Arias alias Yofre, Nefy Vladimir Parra Arias alias Keko, Nelson Rafael González Acevedo, Rafael Ambiorix Rodríguez Guzmán, Miguel Ángel Fortuna Solano, Félix Samuel Reynoso Ventura, Carlos Javier Estévez, Luis Junior Rodríguez Serrano, Miguel Ángel Vásquez, Jovanni Antonio Rosario García, José Ismael Dilón Rodríguez.
GUZMÁN VENTURA Y RODRÍGUEZ SE ENCUENTRAN ACTUALMENTE DETENIDOS. OTROS 16 SOSPECHOSOS DE PARTICIPAR EN EL ESQUEMA TAMBIÉN SON ACUSADOS DE LA ESTAFA MILLONARIA A LOS ENVEJECIENTES.
“Los miembros de la conspiración denominados abridores llamaron a víctimas de edad avanzada en los Estados Unidos y se hicieron pasar por hijos, nietos u otros parientes cercanos de las víctimas. Los centros de llamadas utilizaron tecnología para hacer parecer que las llamadas provenían del interior de los Estados Unidos. Por lo general, a la víctima se le decía que su nieto había tenido un accidente automovilístico o había sido arrestado en relación con un accidente y necesitaba ayuda”, explica el expediente.
Después de que los abridores engañaron a las víctimas haciéndoles creer que sus seres queridos estaban en graves problemas, otros que trabajaban en los centros de llamadas, conocidos como cerradores, supuestamente se hicieron pasar por abogados defensores, agentes de policía o personal del tribunal y convencieron a las víctimas para que proporcionaran miles de dólares en efectivo para ayudar a sus seres queridos.
Según los documentos de la acusación, los cerradores, incluidos los acusados Rodríguez Guzmán, Fortuna Solano, Reynoso Ventura y Estévez, normalmente decían a las víctimas que entregaran el dinero en efectivo a los mensajeros que enviaban a los hogares de las víctimas para recoger su dinero. Otras veces, los vendedores indicaban a las víctimas que enviaran el dinero en efectivo por correo.