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Dos magnates villanos de la izquierda y la derecha protagonizan contienda clave en Wisconsin

Cuando los republicanos buscan un villano político, señalan al megadonante liberal George Soros. Los demócratas han respondido recientemente con un villano propio: el hombre más rico del mundo y asesor cercano del presidente Donald Trump, Elon Musk.

Ahora, la influencia de los multimillonarios en la política confluye en unas elecciones de primavera que decidirán si los conservadores o los liberales controlan el tribunal supremo en un importante estado disputado por las presidenciales.

Tanto Musk como Soros han gastado grandes sumas en la contienda por un puesto vacante en la Corte Suprema de Wisconsin, convirtiéndolos en blancos fáciles en un debate entre los dos candidatos el miércoles.

Aunque la contienda es oficialmente no partidista, demócratas y republicanos se han alineado detrás de cada candidato.

El exfiscal general del estado, Brad Schimel, respaldado por los republicanos, calificó a Soros como una “persona peligrosa de la que recibir un respaldo”. El filántropo ha gastado un millón de dólares para beneficiar a su oponente, la jueza del circuito del condado de Dane, Susan Crawford, apoyada por los demócratas.

Crawford respondió diciendo que Musk “básicamente ha tomado el control de la campaña de Brad Schimel“. El director general de Tesla y SpaceX, que está dirigiendo la masiva iniciativa de recorte de costos federales de Trump, ha financiado dos grupos que han gastado juntos más de 10 millones de dólares para promover a Schimel.

El intercambio de opiniones puso de relieve cómo las elecciones del 1 de abril, que afectarán a casos pendientes sobre el aborto, las normas de votación, los límites de los distritos del Congreso y más, han atraído el escrutinio nacional en un año en el que sólo hay un puñado de elecciones importantes.

También mostró cómo los dos multimillonarios polarizadores están desempeñando un papel desproporcionado en la contienda, ya que cada parte trata de lastrar a la otra con su influencia política.

Esas tácticas tienen sentido en una elección de primavera en un año intermedio, cuando los votantes pueden no conocer a los candidatos o no prestar mucha atención, indicó Matt Gorman, un estratega republicano.

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