El puente Crimea más largo del Europa, fue destruido por Rusia
La explosión sucedida este sábado en el puente de Crimea, considerado el más largo de Europa, vuelve a poner en los titulares una obra de ingeniería clave para el tráfico ferroviario y automovilístico para Rusia. La estructura es esencial para el transporte de personas y mercancías hacia la península, pero también para el aprovisionamiento de las tropas rusas desplegadas en Ucrania.
Fue inaugurado en 2019 por el líder ruso Vladimir Putin y es un símbolo de la anexión ilegal de la península ucraniana. Para su construcción, el mandatario confío en Arkady Rotenberg, uno de sus oligarcas más próximos y fundador de Stroygazmontazh, una constructora especializada en la creación de sistemas de transporte de petróleo y gas.
El magnate ruso y Putin guardan una estrecha relación. Se conocieron de pequeños, cuando eran compañeros de judo y sambo (un arte marcial ruso). Según Forbes, su fortuna oscila los 2.300 millones de dólares.
Mientras Ucrania celebra los daños, pero sin aclarar en ningún momento una presunta responsabilidad, el Comité de Investigación de Rusia ha abierto un caso penal por un supuesto “delito”.
Rusia anexionó Crimea en 2014 (después de un referéndum en la península no reconocido por Ucrania ni la comunidad internacional) y la única forma de unir ambas zonas sin pasar por territorio ucraniano era a través de un puente por el estrecho de Kerch.
La estructura empezó a construirse en febrero de 2016 y tuvo un coste total de 228.000 millones de rublos (3.000 millones de euros). Mide 19 kilómetros de longitud y se lo considera el más largo de Europa.
El estrecho de Kerch tiene entre 4,5 y 15 kilómetros de ancho y une los mares Negro y Azov.
El 15 de mayo de 2018, el presidente ruso inauguró el puente subido en un camión