España ha almacenado gas para sobrevivir 50 días a un corte de suministro por parte de Rusia
Europa se encuentra en máxima alerta ante el temor a un corte total del suministro de gas procedente de Rusia. Tras más de cinco meses de trabajo desde que arrancó la invasión militar de Ucrania, España ha logrado superar el plan de respuesta exigido por la UE y ya acumula gas para 50 días de consumo en pleno pulso de Putin.
La Unión Europea ha puesto en marcha una estrategia para ir reduciendo su dependencia del gas ruso y está levantando un escudo para paliar el impacto de una decisión del Kremlin cerrando el grifo. Este plan incluye la obligación para los estados miembros de ir llenando sus almacenes de gas y restringir su consumo.
El plan comunitario contemplaba llegar al 1 de agosto con los almacenes de gas de cada país por encima del 71% de su capacidad, algo que han logrado la mayoría de países europeos, y alcanzar el 80% el 1 de noviembre.
Fuentes de Enagás, a las que ha tenido acceso Confidencial Digital, explican que España ya ha superado los niveles de almacenaje marcados por la UE para noviembre, lo que ha sorprendido en Bruselas porque significa que el país ha alcanzado el objetivo de reserva de gas tres meses antes del plazo acordado por los Veintisiete.
Sobrevivir 50 días a un corte de gas
Las infraestructuras del operador del sistema acumulan en estos momentos 28,14 teravatios hora (TWh) de gas, lo que equivale al 7,5% del consumo nacional en un año. Solo con las reservas subterráneas, España podría sobrevivir durante 27 días y medio, tal y como había estipulado el Gobierno en consonancia con los planes europeos.
Supone 10 días de reserva estratégica (que, en principio, no se toca), 10 días de reserva operativa (el Ejecutivo tendría que liberarla) y otros 7,5 a disposición de las comercializadoras. Hasta esta crisis, el requisito era de solo 20 días.
A este almacenamiento subterráneo hay que sumarle el de los tanques de gas natural licuado (GNL), que se encuentran al 74,6% de su capacidad, según los datos de Enagás. Esto supone otros 16,6 TWh, es decir, unos 16 días más de consumo.
Por lo tanto, en total, España cuenta actualmente con gas almacenado para cubrir las necesidades de consumo para 50 días en todo el país, según confirman a ECD fuentes de Enagás.
Reservas al 90% en dos meses
Ante esta situación, desde Enagás y desde el Gobierno se insiste en que España no está en una situación de riesgo de seguridad de suministro y, frente a los problemas a los que se enfrentan otros países europeos, en el caso español “nada hace prever una situación de escasez”.
Además, según las fuentes consultadas por Confidencial Digital, el operador del sistema gasista español ha garantizado al Gobierno que España se encuentra en condiciones de adelantarse un año a la segunda parte del plan de la Comisión Europea y llegar al 31 de octubre, en poco más de dos meses, con las reservas subterráneas al 90%.
Mejores niveles de reservas de la UE
Estos datos sitúan a España como uno de los países con mejores niveles de reservas de gas de toda Europa gracias a sus plantas de regasificación y tanques de almacenamiento.
De hecho, puede convertirse en el ‘gran almacén’ de gas de la UE, ya que cuenta con casi un 30% de la capacidad de regasificación de toda Europa y el 30% de las reservas de gas natural licuado (GNL).
La ventaja de poseer plantas regasificadoras es tener una mayor independencia energética. Estas permiten importar GNL en barcos procedentes de cualquier país. También es cierto que este tipo de transporte es más caro debido a que el gas llega a 160 grados centígrados bajo cero en estado líquido para luego ser transformado a estado gaseoso.
Solo depende un 8,9% del gas ruso
España solo depende en un 8,9% del gas ruso -esa fue la media de 2021-, pero la reducción del flujo procedente de Argelia está afectando al coste de aprovisionamiento.
Estados Unidos, que ya ha superado a la nación magrebí como principal proveedor, cobra su GNL mucho más caro que el que llega por tubo desde el norte de África. Pero el conflicto diplomático entre Madrid y Argel no ha puesto en peligro la seguridad de suministro, gracias al incremento de la llegada de barcos metaneros.