Expresidente hondureño acusado de usar sobornos para fraude electoral

Tegucigalpa.- El expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, quien fue extraditado a Estados Unidos para ser enjuiciado por tres cargos asociados al narcotráfico, también operó su país como un «narcoestado» y usó sobornos que recibió de narcotraficantes como «El Chapo» para cometer fraude electoral en las dos elecciones a las que concurrió.

Así lo indicó el Departamento de Justicia estadounidense sobre los tres cargos que podrían desembocar en una pena máxima de cadena perpetua; unas horas después de que Hernández despegara desde Tegucigalpa rumbo a Nueva York para juzgarlo allí.

«Hernández abusó de su posición como presidente de Honduras para operar el país como un narcoestado«, afirmó el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland.

Según la acusación, Hernández formó parte de una conspiración que transportó más de 500 toneladas de cocaína hacia Estados Unidos a través de Honduras; procedente de Colombia, Venezuela y otros países, y como parte de esa conspiración recibió «millones de dólares de múltiples organizaciones narcotraficantes».

El expresidente fue capturado el 15 de febrero en su residencia en Tegucigalpa, un día después de que Estados Unidos solicitó su arresto provisional con fines de extradición.

La acusación añade que «Hernández usó esos beneficios del narcotráfico para enriquecerse, financiar sus campañas políticas y cometer fraude electoral; incluido en relación con las elecciones presidenciales de 2013 y 2017«.

Horas antes de extraditarlo, Hernández reiteró que es inocente de las acusaciones que le han venido imputando autoridades de EE.UU. y narcotraficantes que enfrentan juicio en ese país.

En concreto, Estados Unidos alega que en 2013, Hernández recibió un «soborno de un millón de dólares» del narcotraficante mexicano Joaquín «el Chapo» Guzmán; a cambio de una promesa de proteger» a ese cártel en Honduras.

«Hernández ordenó entonces a sus aliados en la conspiración que viajaran a varias partes de Honduras para sobornar a funcionarios; para que manipularan votos para que él se convirtiera en presidente«, aseguró el fiscal del distrito sur de Nueva York, Damian Williams.

El exmandatario, quien concluyó su segundo mandato en Honduras, permaneció recluido en una unidad especial de la Policía Nacional, desde el 15 de febrero.

A raíz de sus tratos con narcotraficantes, «corrompió instituciones legítimas de Honduras, incluidas la Policía Nacional hondureña, las Fuerzas Armadas y el Congreso Nacional«; y convirtió su país en «uno de los mayores puntos de envío de cocaína a Estados Unidos en el mundo«, señala el documento.

Williams alegó que, Hernández declaró que quería «llenar de drogas las narices de los gringos»; y que también aceptó sobornos de narcotraficantes y «compró votos» para obtener la reelección en los polémicos comicios de 2017.

El expresidente hondureño hará su aparición ante el juez Stewart Aaron en Nueva York, y está por ver qué pena pedirá contra él la Fiscalía; pero el Departamento de Justicia ya adelantó las sentencias asociadas a los cargos de los que le acusa.

Por el primer cargo que enfrenta Hernández, el de «conspiración para importar» más de 500 toneladas de cocaína hacia Estados Unidos; la sentencia mínima es de 10 años y la máxima de cadena perpetua, si lo declaran culpable.

Por el segundo, usar y poseer ametralladoras y dispositivos destructivos para apoyar la importación de cocaína, puede recibir un mínimo de 30 años y un máximo de cadena perpetua; y por el tercero, «conspirar para usar» las citadas armas, el máximo es también pasar la vida en prisión.

En marzo de 2021, un juez del mismo tribunal donde será juzgado Hernández condenó al hermano menor del expresidente, Juan Antonio «Tony» Hernández, a cadena perpetua más 30 años de prisión, por la misma conspiración de narcotráfico de la que ahora está acusado el exmandatario.

El expresidente hondureño comparecerá ante el juez federal Stewart D. Aaron en el tribunal federal del Distrito Sur de Nueva York, indicó el ministerio de Justicia estadounidense.

Añadió que Hernández será acusado de delitos que van desde 2004 a 2022; por «participar en un conspiración de corrupción y tráfico violento de drogas y propiciar la importación de miles de kilos de cocaína a Estados Unidos».

Hernández «supuestamente recibió millones de dólares para utilizar su cargo público, las fuerzas del orden y el Ejército para respaldar organizaciones de narcotráfico en Honduras, México y otros lugares«.

El fiscal Damian Williams del mismo tribunal dijo que Hernández es sospechoso de aliarse «con algunos de los más prolíficos narcotraficantes para levantar un imperio corrupto y brutal«, y de «usar sus vastos poderes para proteger y asistir a los líderes de carteles del narco alertándolos de posibles prohibiciones, así como bendiciendo la violencia fuertemente armada para apoyar ese tráfico de droga«.

En el comunicado aparece también la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA, en inglés), cuya administradora, Anne Milgram, destacó que «la extradición deja claro que la DEA no va a parar ante nada en su persecución de los actores políticos más poderosos que se implican en narcotráfico, violencia y corrupción.EFE.