Fuerzas Democráticas Sirias integradas por milicias kurdas ocupan siete localidades desprotegidas por el régimen de Al Assad
La organización aseguró que ahora es responsable de Salhiya, Tabia, Hatla, Jesham, Mazlum, Huseiniya y Deir Ezzor, en la parte oriental del país. Buscan evitar que células dormidas del ISIS busquen ocupar zonas sin presencia del Ejército regular sirio
Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), encabezadas por la milicia kurda Unidades de Protección Popular (YPG), anunciaron este martes la toma del control de siete localidades en la provincia siria de Deir Ezzor (este) anteriormente bajo control de las fuerzas gubernamentales, sin que Damasco se haya pronunciado sobre este cambio sobre el terreno.
“Confirmamos que nuestras fuerzas son responsables de proteger a la población en las localidades de Salhiya, Tabia, Hatla, Jesham, Mazlum y Huseiniya, en la parte oriental de Deir Ezzor”, indicaron en un comunicado, en el que aseguran que este despliegue “es una respuesta a los llamamientos urgentes de la población local ante el aumento del riesgo de que Estado Islámico explote los acontecimientos en el oeste del país”.
La organización reiteró que la decisión tiene lugar “ante la grave situación derivada de los recientes acontecimientos en el oeste de Siria”, en referencia a la ofensiva lanzada la semana pasada por yihadistas y rebeldes en la provincia de Alepo, que provocó “una amenaza grave relacionada con el inminente movimiento de grandes células de Estado Islámico” para controlar zonas geográficas sin protección, especialmente en el norte y el este de Deir Ezzor.
El comunicado, publicado por la célula de prensa de las FDS a través de su página web, está firmado por el Mando del Consejo Militar de Deir Ezzor, encargado de la gestión de los asuntos de seguridad en las zonas bajo control de las fuerzas kurdas en esta provincia siria.
El comandante de las FDS, Mazlum Abdi, afirmó el lunes que estas fuerzas estaban intentando garantizar la “evacuación segura” de los civiles kurdos de varias zonas de la provincia de Alepo ante la ofensiva rebelde y yihadista contra la zona, en la que han logrado importantes avances ante el repliegue de las fuerzas gubernamentales.
La coalición, dominada por unidades kurdas, sostiene que esta ofensiva está “orquestada” por Turquía con el objetivo de “ocupar la totalidad del territorio sirio”. “Sin embargo, el objetivo principal son las zonas bajo la Administración Autónoma –la zona del noreste de Siria bajo administración kurda– para evitar la coexistencia pacífica de los diversos pueblos de la región, incluidos kurdos, árabes, siríacos y otras comunidades”, aclaró.
La ofensiva, encabezada por Hayat Tahrir al Sham (HTS), provocó un repliegue de las fuerzas gubernamentales en varios puntos de Alepo, lo que ha llevado a Damasco a responder con bombardeos junto a Rusia. Siria aseguró el lunes haber “eliminado a más de 400 terroristas” en estos ataques aéreos durante las 24 horas previas.
Por su parte, Hadi Al Bahra, presidente del máximo órgano político de la oposición siria en el exilio, aseguró este lunes en Estambul que la ofensiva rebelde continuará hasta que el régimen de Bashar al Assad “se siente a negociar”. Los rebeldes islamistas han ganado terreno en el norte de Siria, incluyendo la estratégica ciudad de Alepo.
“La operación militar continuará hasta que el régimen se siente a negociar. Tenemos suficiente fuerza como para combatir a Assad”, dijo Al Bahra, presidente de la Coalición Nacional Siria (CONFROS), en una rueda de prensa en Estambul, transmitida por la emisora Rudaw.
“Esta vez continuaremos, y solo pararemos si el régimen recupera plenamente el proceso político para aplicar la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para una transición política. Estamos dispuestos a negociar mañana, estamos listos para trabajar y sacar a Siria de su calvario”, dijo Bahra.
Describió como “única solución posible para Siria” esta resolución adoptada en 2015 y que preveía negociaciones entre el régimen y los rebeldes, con la exclusión de ciertos grupos yihadistas, para llevar al país en 18 meses a elecciones libres bajo la supervisión de Naciones Unidas.
Para ello pidió la ayuda de países como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania y Rusia porque, aseguró, “deben entender que Siria está en peligro si todo sigue como está”.