Huracán Julia causó importantes daños al impactar en Nicaragua
El huracán Julia causó destrucción al impactar la costa Caribe de Nicaragua la madrugada de este domingo, en categoría 1 en la escala Saffir-Simpson, aunque todavía no se registran víctimas.
Los vientos de 140 kilómetros por hora desprendieron techos de viviendas, tumbaron árboles, desprendieron cables eléctricos y dejaron sin energía eléctrica algunas zonas costeras, mientras que las lluvias causaron inundaciones en algunos sectores, informaron las autoridades locales.
Julia, que impactó cerca de la Laguna de Perlas a la 01.15 hora local (07.15 GMT), no se degradó inmediatamente después de ingresar a tierra, tal como esperaba el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), a pesar de que sus vientos máximos sostenidos bajaron a 140 kilómetros por hora.
Desde el impacto de Julia, las comunicaciones entre la costa Caribe y el resto de Nicaragua han presentado problemas.
Los informes sobre los efectos de Julia en dicha zona son limitados, ya que se trata de una región con múltiples comunidades que permanecen aisladas incluso en tiempos normales.
Antes de la llegada de Julia, la población de Bluefields se abasteció de víveres y se resguardó en sus casas, mientras que los pescadores llevaron sus embarcaciones a un lugar seguro.
El alcalde de Bluefields informó que fue necesario activar al menos tres centros de albergue, (REUTERS/Maynor Valenzuela)
El alcalde de Bluefields, Gustavo Castro, informó que fue necesario activar al menos tres centros de albergue, debido a los efectos del ciclón en dicha ciudad, la principal ciudad costera del sureste de Nicaragua.
Al amanecer de este domingo el huracán todavía se desplazaba sobre las zonas boscosas de la costa Caribe de Nicaragua, y se encontraba 190 kilómetros al este de Managua, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés) e imágenes satelitales.
Los vientos de Julia se extendían con fuerza de huracán hasta 55 kilómetros del ojo, y con fuerza de tormenta tropical hasta 185 kilómetros de su centro, de acuerdo con los registros del NHC.
El Ineter espera que Julia se degrade en la medida en que se interne más adentro del territorio nicaragüense.
El NHC espera que el huracán mantenga su rumbo este, atraviese el centro de Nicaragua, avance sobre el norte del Lago de Managua, y salga como tormenta tropical hacia el océano Pacífico en el extremo noroeste del país centroamericano, cerca Golfo de Fonseca, donde retomaría su fuerza.
El Gobierno de Nicaragua mantiene la alerta amarilla en todo el territorio nacional, así como la suspensión de zarpes.
Mientras tanto, el archipiélago colombiano de San Andrés y Providencia, donde habitan unas 48.000 personas, fue azotado por los vientos de Julia antes de alcanzar la costa nicaragüense, pero las autoridades no habían reportado daños significativos ni víctimas.Ante la llegada de Julia, Colombia y los países de Centroamérica anunciaron diferentes niveles de alerta.
En Guatemala, la estatal Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred), encargada de protección civil, declaró el sábado alerta roja en todo el país.
El Salvador se declaró en la noche del sábado estado de emergencia nacional y el gobierno destinará recursos financieros y logísticos para atender a la población.
En Panamá, el Servicio Nacional de Protección Civil decretó alerta amarilla en casi todo el país, incluida la provincia del Darién, zona selvática, fronteriza con Colombia, por donde cientos de migrantes pasan diariamente en su ruta hacia Estados Unidos.
Y Honduras seguía en alerta amarilla.
Según el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) de Costa Rica, el huracán Julia posee un campo nuboso muy extenso que podría cubrir toda Centroamérica, que abarca una superficie de más de 522. 000 km².
Julia, es el segundo huracán de la temporada 2022 en el Caribe centroamericano, luego que en julio Bonnie, ingresara por el Caribe sur entre la frontera de Nicaragua y Costa Rica y dejara centenares de afectados en la región.
El cambio climático produce un aumento de temperatura en las capas superficiales de los océanos, lo cual genera tormentas y huracanes más poderosos y con mayor cantidad de agua, según los expertos.
(Con información de EFE y AFP)