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La Justicia brasileña informó este lunes que investigará la conducta de una jueza que negó el aborto a una niña de 11 años víctima de una violación, un supuesto amparado por la legislación, según reveló el portal The Intercept Brasil.
El Tribunal de Justicia del estado de Santa Catarina (sur) indicó en un comunicado que instauró un proceso en la esfera administrativa para “la debida apuración de los hechos” de este caso, que avanza bajo secreto de sumario “pues implica a una menor de edad”
Según The Intercept Brasil, la familia solo se dio cuenta de que la menor estaba embarazada cuando observaron que su barriga empezó a crecer y ante los repetidos episodios de nauseas que venía sufriendo.
Un test rápido de farmacia y una prueba en un médico particular confirmaron en mayo pasado que estaba en avanzado estado de gestación, de acuerdo con el citado medio.
Fue entonces cuando buscaron interrumpir el embarazo de la pequeña en el Hospital Universitario Polydoro Ernani de Sao Thiago, en Florianópolis, capital de Santa Catarina.
En Brasil, el aborto únicamente se permite en casos de riesgo para la madre, violación como lo es este casoo fetos con anencefalia.
Sin embargo, el equipo médico se negó a realizar el aborto debido a protocolos internos del hospital, que al parecer solo permiten tal procedimiento hasta las 20 semanas de gestación y para entonces la niña estaba de 22 semanas y 2 días. Por ello, exigieron una autorización judicial, siempre según The Intercept Brasil.
El caso acabó en las manos de la jueza Joana Ribeiro, quien a pedido de la fiscal Mirela Dutra determinó el ingreso de la menor en una casa de acogida pública con la intención, en un primer momento, de proteger a la víctima de su agresor y después para evitar que la madre “efectúe algún procedimiento para operar la muerte del bebé”.
En una audiencia posterior a la que tuvo acceso The Intercept Brasil, Ribeiro alegó que autorizar un aborto a esas alturas de gestión sería un “homicidio”, a pesar de que la víctima tiene derecho al mismo, tal y como lo recoge la legislación para ese tipo de casos.
La magistrada, con el apoyo de la fiscal regional, propuso el pasado 9 de mayo mantener el embarazo “una o dos semanas” más para aumentar las probabilidades de que el feto sobreviva.
“¿Soportarías un poquito más?”, le preguntó la jueza a la niña en esa audiencia, según recoge The Intercept Brasil.
Ribeiro también preguntó a la menor cuál era “la expectativa” que tenía “en relación con el bebé”, si quería “verlo nacer”, qué nombre le pondría y si el “padre del bebé” en alusión al presunto violador “estaría de acuerdo con entregarlo en adopción”.
“Hoy hay tecnología para salvar al bebé y tenemos 30.000 parejas que quieren el bebé, que aceptan el bebé. Esa tristeza de hoy de usted (por la madre) y de su hija es la felicidad de un matrimonio”, afirmó la jueza, según recoge el mencionado portal.
The Intercept Brasil señaló que hasta este lunes la menor sigue internada en un albergue público cuando está a punto de entrar en la semana 29 de gestación, siendo que la mayoría de los embarazos tienen una duración media de entre 37 a 42 semanas.