Israel rechaza unirse al grupo propuesto por Francia para desescalar tensiones con Hizbulá
Jerusalén.– El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, rechazó unirse al grupo de contacto trilateral propuesto por el presidente francés, Emmanuel Macron, junto a Estados Unidos para tratar de desescalar las tensiones con Hizbulá en la frontera con el Líbano, según comunicó en la red social X.
“Mientras luchamos una guerra justa, defendiendo a nuestra gente, Francia ha adoptado políticas hostiles contra Israel”, comenzó diciendo Gallant, para acusar después a este país europeo de ignorar “las atrocidades cometidas por Hamás contra niños, mujeres y hombres israelíes».
Con su mensaje, el titular de Defensa anuló la iniciativa de Francia y Estados Unidos, que pretendían contactar también con las autoridades libanesas, según adelantó Reuters.
Si bien Gallant no ha detallado las “políticas hostiles contra Israel” de Francia, el pasado 31 de mayo el Gobierno de Macron vetó a las firmas israelíes en la importante feria de seguridad y defensa Eurosatory.
“No se dan las condiciones para recibir a las empresas israelíes en el salón francés, en un contexto en el que el presidente (Emmanuel Macron) apela al cese de las operaciones israelíes en Rafah”, explicó entonces el Ministerio de Defensa francés.
La iniciativa de Macron, que planteó en la cumbre del G7 celebrada en Bari (Italia), llegó tras una escalada de la violencia en la frontera israelí con el Líbano que hace temer una guerra como la que enfrentó al Ejército con Hizbulá en 2006.
A lo largo del día de hoy, la milicia proiraní lanzó ocho ataques contra territorio de Israel, y el Ejército anunció con un comunicado haber interceptado 11 de los 16 drones lanzados desde el Líbano en las últimas 72 horas.
En la madrugada del miércoles, Israel mató en un bombardeo al comandante de Hizbulá Taleb Sami Abdallah, conocido como ‘Abu Taleb’, el cargo más alto eliminado por el Ejército desde octubre, según fuentes de seguridad.
Desde entonces, la milicia intensificó aún más sus ataques, que llegan además cada vez más lejos de la línea divisoria -el miércoles, uno de los 160 cohetes de Hizbulá alcanzó la localidad de Tiberias, a 65 kilómetros de la frontera-.
En medio de esta escalada de la violencia, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró que sus militares estaban listos para “una acción muy fuerte” en el norte durante una visita a las tropas allí apostadas el pasado 5 de junio.
La frontera entre Israel y Líbano vive su mayor pico de tensión desde 2006 con un intenso intercambio de fuego desde octubre, que se ha cobrado la vida de al menos 492 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hizbulá, que ha confirmado 314 bajas de milicianos, algunas en Siria.
En Israel han muerto 25 personas en el norte (15 militares y 10 civiles); mientras que al otro lado de la frontera han fallecido al menos 467 personas, entre ellos 62 integrantes de otras milicias, un soldado libanés y más de 92 civiles, incluidos diez menores y tres periodistas, además de los combatientes de Hizbulá.
Las hostilidades en la línea divisoria comenzaron el 8 de octubre, al día siguiente de que estallara la guerra en la Franja de Gaza, en solidaridad de Hizbulá con las milicias islamistas palestinas del enclave; aunque el cruce del fuego se ha intensificado mucho en las últimas semanas, lo que hace temer una guerra abierta entre las partes.