La curiosa experiencia de compartir nombre con un presidente de EE.UU
En Estados Unidos, no solo hay un Donald Trump ni un William J. Clinton. De hecho, varias personas comparten nombre con presidentes célebres.
Un ejemplo es Donald Trump, un veterano residente en Alabama, quien ha contado que su nombre le ha traído varios beneficios, como acceso a primera clase en vuelos, estancias gratis en hoteles de lujo y comidas sin costo en restaurantes.
Por su parte, William J. Clinton, conocido como Billy y residente en Tennessee, es el octavo en su familia en llevar ese nombre, y su hijo, de apenas nueve meses, será el noveno. Durante su tiempo viviendo en la zona de Washington, D.C., recibió cartas de prisioneros federales que accidentalmente lo confundían con el expresidente, pidiéndole indultos presidenciales.
Abraham Lincoln, un profesional bancario del estado de Washington, considera que su nombre es una mezcla de bendición y maldición. Aunque ayuda a romper el hielo en nuevas interacciones, también genera malentendidos, como cuando las personas no creen que realmente se llama así, lo que provoca complicaciones con las reservas o pagos en establecimientos.
En Cresco, Pensilvania, Grover Cleveland, un jefe de bomberos, recuerda que desde joven su nombre generaba asombro en las personas. Hoy en día, aunque enfrenta dudas sobre la autenticidad de sus pagos con tarjeta, siempre tiene a la mano su identificación para aclarar cualquier confusión.
Estos hombres que comparten nombres con expresidentes estarán presentes el lunes en el Capitolio para asistir a la toma de posesión de Donald Trump, el presidente electo. The Associated Press habló con ellos para conocer cómo es vivir bajo el peso de tan ilustres nombres.