La guerra convierte a Zelenski en héroe patrio y símbolo de resistencia
Actor sin experiencia en política, Volodímir Zelenski llegó a la presidencia de Ucrania en 2019 con un amplio respaldo popular, aunque su figura se ha consolidado durante la guerra como ejemplo de resistencia, patriotismo y unidad nacional.
Reacio a abandonar Kiev -pese a las ofertas occidentales de evacuación ante los intentos de asesinato- y vestido siempre con su chándal verdeolivo, Zelenski se ha forjado una imagen de líder cercano y valiente, el líder que el país necesita en tiempos de guerra.
«Se ha convertido en un símbolo de la resistencia, coraje y heroísmo de los ucranianos en la lucha contra Rusia», indicó el politólogo Vladimir Fesenko, jefe del Centro de Investigación de Política Aplicada (Penta), quien valora como un acierto la decisión del presidente de quedarse en la capital, organizar las tropas y mandar mensajes diarios a la ciudadanía.
El apoyo popular a Zelenski alcanzó un 91 % en los primeros días de la guerra, «una cota que ningún presidente ha alcanzado antes en la historia de Ucrania», después de haber ganado las elecciones en 2019 con un también alto 73 % de los votos como candidato anti-establishment, que hizo bandera de la lucha contra la corrupción.
Por ese motivo le votó Volodymyr Serebryansky, quien «aunque no tenía plena confianza en él como presidente», decidió apostar por el cambio, por un outsider de la política que venía dispuesto a dar un giro a Ucrania.
«Mucha gente tenía dudas sobre nuestro presidente al principio, pero ahora tiene un gran apoyo y creo que lo está haciendo muy bien», sentencia este nativo de Leópolis de 45 años, quien cree que Zelenski, con su posición firme contra Rusia, ha inspirado a los ucranianos que se están volcando en esta guerra.
Es el caso de Annika Udovenko, de 27 años, a quien Zelenski ha inspirado con sus discursos patrióticos y llamados a la acción, a pesar de que no le votó ni confiaba en su buen hacer como mandatario cuando llegó al poder.
«Creo que lo está haciendo muy bien y que sus acciones llevarán a nuestro país a la victoria. Incluso sus opositores ahora reconocen que está haciendo un buen trabajo», explica Udovenko, una kievita que huyó de la capital al segundo día de la guerra y ahora instalada en Leópolis ejerce como voluntaria y dona dinero a las fuerzas armadas.
La oficial del Ejército ucraniano Emerald Evgeniya, de 32 años, disfruta hoy en esa ciudad de su primer permiso de dos días desde que comenzó la guerra y haber luchado en el frente en localizaciones que no puede revelar, pero mantiene la moral alta, «orgullosa de Ucrania, los ucranianos y el presidente».
«Nuestro presidente es una persona estupenda y todo el mundo está orgulloso de él. Por supuesto, se ha quedado en Ucrania para proteger nuestro país y está luchando tanto como nosotros, los militares», indicó Emerald.
La unanimidad sobre la figura de Zelenski en plena guerra es abrumadora, fruto de «una estrategia de comunicación impecable y exitosa, para lo que se está sirviendo de sus cualidades como actor y showman», apunta el analista Fesenko sobre esa combinación de mensajes hacia dentro y hacia fuera, que han elevado su perfil diplomático.
Además de sus frecuentes intervenciones en parlamentos y foros internacionales -con mensajes adaptados a cada audiencia-, Zelenski emite por Telegram cada día de madrugada videomensajes a la ciudadanía, informando de la situación, con un lenguaje claro, conciso y emotivo, que ha elevado el sentimiento nacional ucraniano.
«Gloria a Ucrania y gloria a sus héroes», es el eslogan con el que cierra todas sus alocuciones, frase que se ha convertido en un saludo habitual en Ucrania en estos tiempos de guerra; mientras que réplicas de la camiseta de algodón verde militar con el escudo nacional, se venden por todo el país.
Zelenski era una celebrity en Ucrania años antes de convertirse en presidente, gracias al popular programa de humor satírico «Servidor Público», en el que interpretaba el papel protagonista, un profesor de instituto que aún vive con sus padres y que, de la noche a la mañana, se convierte en presidente empeñado en combatir la corrupción rampante.
La realidad ha superado la ficción, al menos de momento, y Zelenski ha pasado de ser un popular cómico de origen humilde, al presidente inesperado que ha aglutinado a todo un país contra la agresión de Rusia y su presidente, Vladimir Putin.