La Mara Salvatrucha deja de usar el número 13 en medio de un mortal conflicto carcelario en Texas

Algunos integrantes de la pandilla en este país dejaron de obedecer a los jefes de la Mafia Mexicana porque no están de acuerdo en tener que pagarles “impuestos” y colaborar en las cárceles con sus enemigos, miembros de la banda Barrio 18, según fuentes

El número 13, una de las insignias de la Mara Salvatrucha, ha sido eliminado por algunos miembros de la pandilla en cárceles y en ciudades del este de Estados Unidos, quienes ahora solo se identifican como ‘MS’ porque no estarían de acuerdo con las estrictas reglas que les impone la banda carcelaria que está encima de ellos, la Mafia Mexicana. Este conflicto interno habría escalado el lunes a una violenta riña en una prisión de Texas en la cual murieron dos integrantes de ‘La Eme’, dijeron a Univision Noticias fuentes enteradas de la investigación y de las actividades de la Mara.

Esta versión coincide en parte con la información vertida por la agencia AP sobre que en la muerte de dos reclusos en la prisión texana USP Beaumont, Andrew Pineda, de 34 años, y Guillermo Riojas, de 54, estuvieron involucrados dos pandilleros de la Mara Salvatrucha. Ese altercado derivó en el cierre temporal de más de 120 prisiones en todo el país, algo que no ocurría desde enero de 2021.

Una fuente de Univision Noticias que pidió no revelar su nombre porque no está autorizada para compartir detalles de la investigación afirmó que Pineda y Riojas eran integrantes de la banda Sureños, que fungen como “soldados” de los 140 jefes o ‘carnales’ de la Mafia Mexicana, quienes son pandilleros ancianos que forman una especie de “consejo” del crimen que controla decenas de cárceles en EEUU.

Lo típico es que cada pandillero del sur de California que llega al sistema penitenciario se vuelve un ‘sureño’, a pesar de que se vea obligado a colaborar con rivales. Tras las rejas, miembros de la Mara Salvatrucha y de la Barrio 18, acérrimos enemigos en las calles de EEUU y de Centroamérica, deben hacer una tregua, unirse, obedecer a los ‘carnales’ y entregarles una porción de las ganancias de sus actividades delictivas dentro y fuera de los penales (venta de droga, tráfico de armas, apuestas, robos de autos, fraudes, etcétera), como parte de las normas de ‘La Eme’.

Ese sistema que aceptó la Mara en la década de 1990 para subir de rango, tener el respaldo de la Mafia Mexicana y agregarle a sus siglas el número 13 (que es la ubicación de la letra eme en el alfabeto) ahora lo estarían desconociendo algunos ‘mareros’ que fueron reclutados en Centroamérica y que recién emigraron a la Costa Este del país. Se ha generado con ello una división con los integrantes de clicas de la Mara, sobre todo en California, que siguen reconociendo el viejo pacto que se hizo con ‘La Eme’.

“Unos están diciendo ‘quitémosle el 13 para no tener esa asociación con los de California’ y dentro de las prisiones son independientes. No solo no están de acuerdo en pagar ‘impuestos’, sino a que en las prisiones los obliguen a relacionarse con los enemigos, como la Barrio 18, por estar bajo la sombrilla de los ‘sureños’”, dijo a este medio una persona al tanto de las decisiones de la Mara y quien pidió mantenerse en el anonimato por temor a que la pandilla tome represalias en su contra.

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Esta fuente asegura que desde hace alrededor de un año algunos mareros en Maryland y Nueva York dejaron de poner el número 13 al marcar las paredes de sus territorios. Quien está enterado sobre la investigación en el reciente ataque mortal en la prisión texana afirmó que tampoco se están tatuando el 13.

En un recorrido por los barrios de Los Ángeles donde nació este grupo a mediados de la década de 1980, este medio observó grafito de ambas formas: ‘MS’ y ‘MS 13’. Este grafiti estaba el miércoles en la avenida Normandie, en el vecindario Koreatown, en el oeste de la ciudad.

Esta otra imagen fue tomada en el noroeste del parque MacArthur, cuya sección le fue otorgada en un pacto que autorizó la Mafia Mexicana, según documentos judiciales. Las siglas debajo de ‘MS’ se refieren a la cicla Park View Locos Salvatruchos (PVLS). Otra sección del parque fue cedida a la Barrio 18.

“Los de El Salvador quieren funcionar de manera independiente a los de California. Son pandilleros que crecieron, están en el poder y no les gustan las políticas de California. Muchos han venido a Estados Unidos, no quieren asociarse con la Barrio 18, ni con ningún ‘sureño’. Le tienen más lealtad a los de Centroamérica que a los de aquí”, explicó la fuente.

“Están en guerra entre ellos mismos. Hay una división entre los de California y los de Centroamérica ¿Qué pasará? No lo sabemos”, advirtió. “En Los Ángeles siguen con ‘La Eme’ porque no tienen otra opción”, enfatizó.

Otra fuente consultada por este medio dijo que en California el pacto de los años noventa seguiría en pie por la propia “supervivencia” de la Mara, que no podría afrontar sola el embate de miles de pandilleros hispanos que están aliados a la Mafia Mexicana.

La ideología ‘503’

El gobierno federal advertía hace tres años que habían llegado al país pandilleros afines al “subgrupo” más violento de la MS-13 que se identifica con el número ‘503’, que es la clave telefónica de El Salvador.

La ideología ‘503’ surgió de una división interna en 2015 cuando algunos jefes de la banda fueron asesinados tras oponerse públicamente a la tregua pactada con la Barrio 18 y el gobierno salvadoreño para reducir la tasa delictiva en ese país, explica el Departamento de Justicia (DOJ) en una acusación.

“Los miembros de la MS-13 que defendieron los valores de la violencia extrema a menudo afirmaban pertenecer a la ‘503’, que generalmente denotaba el nacionalismo salvadoreño y a adherirse a las raíces violentas de la MS-13”, señala la Fiscalía.