La vida cotidiana en la frontera de Ucrania con Rusia: unos mantienen la normalidad, otros se entrenan para resistir la invasión
A 25 millas de frontera con Rusia, los pobladores tratan de seguir con sus vidas pese a la tensión reinante. Otros se preparan para integrarse en milicias de resistencia, en caso de que los rusos decidan invadirlos. Algunos estiman que la posibilidad de una guerra de guerrillas disuadiría una acción hostil de Moscú.«Histeria», «retiro inmediato de tropas»: lo que se dijo en la llamada entre los cancilleres de Rusia y EEUU
Kharkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, está a solo 25 millas (40 kilómetros) la frontera con Rusia. Del otro lado acantonan decenas de miles de tropas rusas desde hace un par de meses , creando una situación tensa y especialmente peligrosa. Kharkiv es también una ciudad de fracturas: entre los que hablan ucraniano y los que se expresan en ruso, el idioma que dominaba hasta hace poco; entre los voluntarios, como Svetlana Putilina, que se entrenan militarmente para resistir una eventual ofensiva rusa y los que quieren vivir su vida con normalidad.
Pasajeros en un autobús en Kharkiv, uno de los centros industriales de Ucrania que incluye dos fábricas donde se restauran viejos tanques de la era soviética o construyen otros nuevos. El gobierno estadounidense junto con sus aliados de la OTAN ha pedido a Rusia que retire sus tropas de la frontera con Ucrania. El Kremlin, por su parte, exige garantías de que Ucrania no va a formar parte de la OTAN
Miembros de un grupo ucraniano de extrema derecha entrenan en Kharkiv. Si Rusia termina invadiendo a Ucrania, algunos de los más de un millón de habitantes de Kharkiv dicen estar dispuestos a abandonar su vida civil y emprender una campaña de guerrilla contra una de las mayores potencias militares del mundo. Esperan que muchos ucranianos hagan lo mismo
Un miembro de un grupo ucraniano de extrema derecha que se identificó con el nombre de guerra Pulsar, en el centro, discute las tácticas con sus compañeros durante un entrenamiento en Kharkiv, Ucrania. El grupo de jóvenes nacionalistas se reúne semanalmente en una obra abandonada, enmascarados y vestidos de negro mientras practican maniobras
Trabajadores reparan tanques T-64 rusos, de la era soviética en una planta en Kharkiv. El acecho de Rusia a la antigua república soviética ha impulsado su acercamiento con los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Miembros de las Fuerzas de Defensa territorial de Ucrania, un cuerpo de voluntarios al servicio de las fuerzas Armadas de ese país, entrenando ante la posibilidad de una invasión rusa