La viuda de Navalni recoge el testigo, pero Rusia se niega entregar el cuerpo del opositor
La viuda del líder opositor ruso, Alexéi Navalni, recogió hoy el testigo de su marido en la lucha contra el Kremlin, que respondió a las críticas occidentales por su responsabilidad en la muerte del político aduciendo que la investigación aún está en marcha.
«Continuaré la causa de Navalni y os llamo a estar a mi lado (…). Alexéi amaba a Rusia más que nada en el mundo», dijo Yulia Naválnaya en un vídeo difundido en el canal del fallecido opositor en YouTube.
Por tercera jornada consecutiva las autoridades rusas se negaron a entregar el cadáver a la familia, que sospecha que Moscú intenta «borrar las huellas» del crimen supuestamente cometido en la prisión ártica a la que fue enviado en diciembre pasado.
Putin dio la orden
«En mi lugar debería estar otra persona, pero esa persona fue asesinada por Vladímir Putin. Hace tres días Putin mató a mi marido», aseguró Yulia conteniendo las lágrimas.
Recordó que vio por última vez a su marido hace dos años y llamó a imaginar lo que es pasar casi 300 días en celdas de castigo, «un habitáculo de 6-7 metros cuadrados, en el que no hay nada más que un taburete, un lavabo, un agujero en el suelo en vez de retrete y una cama pegada a la pared para que uno no pueda acostarse».
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«Putin mató no solo a la persona, Alexéi Navalni, sino que junto a él quería matar nuestras esperanzas, nuestra libertad, nuestro futuro», denunció.
Yulia, de 47 años, los mismos que tenía su marido, agregó en el mensaje grabado en el exilio, que «todos estos años» estuvo junto a su marido en las manifestaciones, arrestos domiciliarios, registros y durante su envenenamiento en verano de 2020.
«Era feliz estando a su lado y apoyándole, pero hoy quiero estar con vosotros porque perdisteis no menos que yo», aseguró.
Yulia continúa la lucha
Además, anunció que continuará «la causa de Alexéi Navalni» y llamó a sus simpatizantes a estar a su lado.
«A mi marido no era posible doblegarlo y justo por eso Putin lo mató. De manera vergonzosa, cobarde, sin decidirse a mirarle a los ojos o mentar su nombre», afirmó.
Asimismo, aseguró que los aliados del fallecido opositor saben «por qué exactamente Putin decidió matar a Alexéi hace tres días» y pronto lo hará público.
«Daremos los apellidos y enseñaremos los rostros» de las personas implicadas, prometió
Yulia Naválnaya instó a los seguidores de su marido a «luchar contra la guerra y la corrupción, por unas elecciones libres y la libertad de expresión».
«Unirnos todos en un solo puño y golpear al régimen enloquecido, a Putin, a sus amigos, delincuentes con uniforme, y a los cocineros y asesinos que han mutilado nuestro país», aseveró.
El cadáver, en paradero desconocido
A su vez, la madre del opositor, Liudmila Naválnaya, no consiguió que los funcionarios de prisiones o los empleados de la morgue le permitan ver el cuerpo de su hijo en la ciudad de Salejard.
«No les dejaron entrar. A uno de los abogados literalmente lo sacaron a empujones», informó el equipo de Navalni, que responsabiliza al Kremlin de la muerte de su líder, en su canal de Telegram.
Según informó OVD-Info, organización que vela por los derechos de los detenidos, más de 60.000 personas ya han firmado una petición popular para que las autoridades le entreguen el cadáver a la familia.
A su vez, el Comité de Instrucción de Rusia informó a la madre y al abogado de que «la investigación de la muerte se ha prolongado».
«Se desconoce por cuánto tiempo puede prolongarse. Por el momento, las causas de la muerte ‘no han sido establecidas’. Mienten, ganan tiempo y ni siquiera lo ocultan», añade el equipo del opositor.
Al respecto, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró en su rueda de prensa telefónica diaria que «la investigación aún está en marcha, se llevan a cabo todas las acciones necesarias al respecto».
«Pero por el momento los resultados de esta investigación no se han hecho públicos», dijo y subrayó que la entrega o no del cuerpo de Navalni a sus familiares «no es asunto» del Kremlin.
Eso sí, el funcionario no dudó en tachar de «groseras» e «inaceptables» las afirmaciones vertidas por los líderes occidentales que responsabilizan al Kremlin del fallecimiento del opositor.
«Esas declaraciones, por supuesto, no pueden causar ningún daño a nuestro jefe de Estado, pero tampoco hacen ningún honor a aquellos que las hacen», afirmó.