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La ministra del Interior de Gran Bretaña visitó las instalaciones de inmigración en la costa sureste de Inglaterra el jueves al tiempo que lidia con una crisis de hacinamiento en un centro para migrantes y críticas por su afirmación de que el Reino Unido enfrenta una “invasión” de solicitantes de asilo.
La ministra del Interior, Suella Braverman, enfrenta presiones para que aborde las condiciones potencialmente ilegales en Manston, un aeródromo adaptado en albergue que ha recibido a unas 3.500 personas que realizaron la peligrosa travesía a través del Canal de la Mancha en pequeñas embarcaciones hasta las costas del Reino Unido.
El edificio, destinado a ser un centro de procesamiento temporal para los recién llegados, se convirtió en un punto focal esta semana después que se supo que algunos inmigrantes han estado detenidos allí durante semanas en condiciones de hacinamiento e inhumanas. Inspectores independientes han reportado que niños migrantes duermen en el suelo, sin acceso a teléfonos ni al aire fresco.
Los críticos, entre ellos el opositor Partido Laborista, han culpado a la postura de línea dura de Braverman contra la inmigración no autorizada de agravar los problemas dentro del sistema de asilo. La acusaron de bloquear reservaciones de hotel y de no aliviar el hacinamiento en el centro de Manston, algo que ella niega.
Braverman, quien tiene planeado reunirse con la guardia costera y acudir a Manston, ha recibido fuertes críticas por describir el aumento en los cruces de pequeños botes en el Canal de la Mancha como una “invasión en nuestra costa sur”.
También enfadó a Albania al culpar a grupos delictivos albaneses de “abusar” del sistema de asilo británico y las leyes modernas de esclavitud.
Ciudadanos albaneses representan alrededor de un tercio de los que han llegado en pequeñas embarcaciones en lo que va del año, un enorme aumento en comparación con años anteriores. En total, Gran Bretaña ha registrado el cruce de cerca de 40.000 por el Canal de la Mancha este año. Se trata de una cifra récord, aunque el Reino Unido recibe muchos menos solicitantes de asilo en comparación con países europeos como Italia, Grecia, Francia o Alemania.