Muere baleado un joven futbolista latino en Florida: según su madrastra «empezó a jugar» con una pistola, le apuntó y el arma se disparó
Un adolescente latino murió el pasado fin de semana después de que su madrastra le disparara de forma accidental durante una reunión familiar en su casa de Florida, tras bromear con usar el arma, según informaron fuentes policiales y de la familia.
La policía recibió un aviso a las 6:29 de la tarde del sábado y acudió a una vivienda en Pembroke Pines, entre Miami y Fort Lauderdale. Los agentes encontraron malherido a Aquiles López, de 15 años y capitán del equipo de fútbol Miramar United Elite FC. El joven fue trasladado a un hospital de la zona, pero falleció poco después.
«Nuestra investigación preliminar ha determinado que una mujer adulta estaba manipulando un arma dentro de la residencia, cuando el arma se disparó y alcanzó mortalmente al adolescente. Ambos eran miembros de la familia», explicó la policía el domingo.
La familia del joven se había reunido para celebrar la graduación de sus hermanos pequeños, según indicó su amigo Carlos Santos. «Su madrastra empezó a jugar con la pistola que estaba en la mesa», un arma que «usualmente no está ahí [porque] el papá de Aquiles siempre la tiene en su carro», explicó a las autoridades en declaraciones recogidas.
«Igualito le decía ‘no juegues con eso porque es una pistola’, y ella se reía, así como que ‘tranquilo, no va a pasar nada», reveló Santos, «pero yo sí le tenía miedo, porque era una pistola, y ya al momento que nos íbamos yendo siguió apuntándonos a los perros, a mí y a Aquiles».
Santos se fue de la habitación y segundos después oyó un disparo.
Al regresar, el joven ya no respiraba: estaba en el suelo y su cara estaba pálida, según contó: «Mi última imagen de él es verlo ahí, tirado en el piso».
Las primeras investigaciones apuntan a que el arma se disparó sin querer por una negligencia y mal manejo, dijo la policía, que indicó que todos están cooperando con los detectives. La Fiscalía decidirá si se presentan cargos.
Sus compañeros del club de fútbol se reunieron el lunes en una vigilia para recordar a López, vistiendo un brazalete con su número de alineación, el 6, según un compañero de equipo, Diego Suárez.
«Tuve el placer de entrenarlo un año en el que fue el capitán de mi equipo. No era el más rápido, no era el más grande, pero tenía el corazón más grande», rememoró el director del equipo, Richard Jobson.
Sus compañeros «no pueden entender por qué ha pasado esto, cómo ha sucedido», afirmó Jobson: «No podemos explicarlo».
Suárez recordó: «Lo último que le dije fue ‘te quiero, hermano».