Régimen de Nicaragua suspende relaciones diplomáticas con El Vaticano

El régimen de Daniel Ortega en Nicaragua mantuvo este viernes la suspensión de las relaciones diplomáticas con el Vaticano, luego de que el papa Francisco calificara  de «dictadura grosera» al gobierno nicaragüense.

En una nota de prensa divulgada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua, se precisa que «entre el Estado Vaticano y la República de Nicaragua se ha planteado una suspensión de las Relaciones Diplomáticas».

El comunicado del régimen de Ortega hace referencia a «fuentes aparentemente vinculadas con la Iglesia Católica», acusando a los medios «vinculados al terrorismo golpista» de divulgar una noticia tergiversada.

La suspensión de las relaciones diplomáticas con el Vaticano se produce después de que el papa Francisco calificara de «dictadura grosera» al gobierno nicaragüense en una entrevista con el portal argentino Infobae.

El sumo pontífice se refirió a la condena a 26 años y 4 meses de prisión del obispo nicaragüense Rolando Álvarez, muy crítico con el régimen de Ortega, por considerar delitos «traición a la patria».

Francisco expresó su respeto por el obispo y afirmó que su condena era una muestra de la falta de equilibrio de Ortega, quien había calificado al obispo de «soberbio», «desquiciado» y «energúmeno» por rechazar subirse al avión que lo llevaría al exilio junto a otros excarcelados políticos.

La crisis política que vive Nicaragua desde abril de 2018 ha provocado una creciente tensión entre el gobierno de Ortega y la Iglesia Católica, que ha denunciado la violencia y represión ejercida por las fuerzas de seguridad y grupos paramilitares afines al régimen.

La suspensión de las relaciones diplomáticas con el Vaticano agrava aún más la situación en el país centroamericano, donde la oposición y la sociedad civil exigen la celebración de elecciones libres y la liberación de los presos políticos.

En este contexto, la analista política Martha Patricia Molina ha previsto más violencia en contra de la Iglesia Católica de Nicaragua. En una entrevista con el diario El País, Molina ha señalado que el régimen de Ortega considera a la Iglesia como «enemiga» y ha intensificado su campaña de desprestigio y hostigamiento contra los líderes religiosos que denuncian las violaciones de los derechos humanos en el país.

La suspensión de las relaciones diplomáticas con el Vaticano parece confirmar esta tendencia y pone de manifiesto la creciente polarización en Nicaragua, donde la represión del gobierno ha sido crítica por la comunidad internacional y ha generado una profunda crisis humanitaria.