Se reduce el crecimiento de la población en América Latina
El informe Observatorio Demográfico 2024 de la CEPAL, lanzado hoy, examina la aceleración de los cambios demográficos en el primer cuarto del siglo XXI en la región, así como las implicaciones del envejecimiento sobre la fuerza de trabajo y el cuidado.
En 2024, la población de América Latina y el Caribe alcanzó los 663 millones de personas, un 3,8% menos de lo que se había previsto en el año 2000, cuando se proyectaba que sería de 689 millones de personas. En aquel momento, se estimaba que las tasas de fecundidad y mortalidad de América Latina y el Caribe serían más altas de lo registrado efectivamente entre 2000 y 2023, considerando las tendencias observadas en la década anterior y lo ocurrido en otras regiones del mundo. Las proyecciones iniciales tampoco pronosticaban el mayor volumen de movimientos migratorios de los últimos años ni los importantes cambios demográficos evidenciados durante la pandemia de COVID-19.
Actualmente, se proyecta que la población de la región alcanzará una cifra máxima de aproximadamente 730 millones en 2053, señala el Observatorio Demográfico 2024: Perspectivas poblacionales y cambios demográficos acelerados en el primer cuarto del siglo XXI en América Latina y el Caribe, dado a conocer hoy por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
El documento, elaborado por el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE)-División de Población de la CEPAL, subraya que la tasa de crecimiento de la población de la región es cada vez menor. En la década de 1960, las tasas de crecimiento superaban el 2,5% anual. Sin embargo, a partir de mediados de esa década comenzó una tendencia decreciente debido, sobre todo, a la disminución de la fecundidad. Si bien en la revisión de 2000 se preveía que esa tendencia descendente continuaría, los datos de 2024 muestran que, en realidad, el descenso fue más acelerado de lo que se había previsto.
La acelerada transición demográfica ha provocado grandes cambios en la estructura por edades de la población de la región. En 1950, alrededor del 41% de la población tenía menos de 15 años; hoy en día, esa proporción se ha reducido al 22,5%. Al mismo tiempo, la población adulta de entre 15 y 64 años pasó de constituir el 55,6% del total de la población en 1950 a representar el 67,6% en 2024. Se prevé que, en 2050, cerca del 18,9% de la población regional estará integrada por personas mayores de 65 años, aproximadamente el doble de la proporción que se observa en 2024 (9,9%). Esto significa un aumento desde los 65,4 millones de personas mayores de 65 años en 2024 a un estimado de 138,0 millones en 2050.
El Observatorio Demográfico 2024 destaca que el rápido cambio demográfico que se ha observado en América Latina y el Caribe da lugar a desafíos y oportunidades para la región en el contexto de un envejecimiento poblacional acelerado, con un aumento significativo de la edad mediana de la población. En 1950, indica el informe, la edad mediana de la población de América Latina y el Caribe era de 18 años; en 2024, ese valor ha ascendido a 31 años y, para 2050, se prevé que la edad mediana será de aproximadamente 40 años.
“La natalidad se ha reducido más rápidamente de lo esperado a comienzos de siglo y no se preveía el aumento de la mortalidad por COVID-19 o el incremento de los movimientos migratorios. Desde la CEPAL llamamos a promover el envejecimiento saludable de la población y ofrecer a todos, especialmente a los grupos de menor ingreso, acceso a sistemas de salud y protección social que reduzcan el impacto de la mayor demanda de cuidados sobre las familias”, señaló José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la CEPAL.
El cambio de la estructura por edades de la población y la caída persistente de la fecundidad hacia niveles inferiores a los de reemplazo plantean desafíos que se suman a los ya existentes en América Latina y el Caribe en materia de desigualdad socioeconómica y de acceso a bienes y servicios del Estado. El envejecimiento incide en todos los ámbitos de la política pública y, sobre todo, conlleva un aumento de la demanda de servicios de cuidados de largo plazo, lo cual plantea desafíos pero también oportunidades.
Es crucial considerar especialmente la situación de las mujeres, que en general son quienes absorben la carga de los cuidados familiares de las niñas y niños y de las personas mayores, apuntó el Secretario Ejecutivo de la CEPAL.
Por otra parte, estimaciones para el período 1980-2023 reflejan un aumento de la cantidad total de personas en la fuerza de trabajo en América Latina, sobre todo en las áreas urbanas. Las proyecciones para el período 2024-2050 indican, además, que este aumento continuará en los años venideros, si bien con un menor ritmo de crecimiento.
Según el Observatorio Demográfico, en 2024 hay cerca de 332 millones de personas en la fuerza de trabajo de América Latina, y cerca de 274 millones se encuentran en las áreas urbanas. La fuerza de trabajo urbana seguirá aumentando hacia 2050, cuando ascenderá a 337 millones de personas, de un total de 395 millones. En la misma línea, se prevé que el crecimiento de la fuerza de trabajo rural se estanque, lo que ya se observó en la última década.
De acuerdo con la CEPAL, la evolución demográfica es una transformación estructural fundamental que demanda replanteamientos en varios campos de política para avanzar hacia sociedades más productivas, inclusivas y sostenibles en América Latina y el Caribe.