Sentencian a 200 años de cárcel a hombre que cometió abusos sexuales en su propio calabozo
CALIFORNIA.- Morgan Fowler fue condenado a más de 200 años de prisión por abusar sexualmente de varias mujeres, entre ellas algunas adolescentes, quienes fueron sometidas a horrores por el hombre, entre los que se incluía un calabozo sexual.
En entrevista con NBCLA, dos de sus víctimas dieron detalles de los terribles momentos que vivieron con Fowler, un actor fantasma que se hacía llamar Trixster.
“Creía que era un Dios. Creía que nunca lo atraparían sin importar nada”, dijo Holli, una de sus víctimas
La joven detalló que conoció a Fowler porque estaba interesada en hacer maquillaje tipo Halloween. Cuando se conocieron, ella tenía 17 años y él 26, pero su relación trascendió del plano laboral al sexual.
Según Holli, el hombre manipulaba a sus víctimas, poniéndolas en contra de sus familias para controlarlas.
“Te hacía creer que todo el mundo te perseguía, que él era la única persona en la que podías confiar”, indicó.
La joven dice que dentro de la casa de Fowler en Lake Elsinore, había un calabozo sexual donde había látigos, garfios para atar personas y la cama tenía una jaula debajo.
“Me violó en su propia casa y me sentí avergonzada. Sentí disgusto conmigo misma y me hizo creer que era mi culpa”, relató por su parte AJ, otra de sus víctimas.
“Cuando alguien te coacciona, te pone las manos encima, o te manipula y te viola, te sientes impotente”, agregó.
La chica conoció al acusado cuando ella tenía 16 años mientras trabajaba como voluntaria con él en casas embrujadas.
Según AJ, Fowler realizaba grandes fiestas en su casa en las que siempre había alcohol y drogas. “Su objetivo principal era crear un entorno en el que pudiera ser sexualmente tortuoso”, detalló.
Luego de dos años, ambas chicas pudieron alejarse de Fowler. Holli fue la primera en hablar al respecto con los investigadores del alguacil, y al final resultaron ser 18 víctimas, varias de ellas adolescentes.
Fue entre 2007 y 2018 que el hombre realizó los ataques. Finalmente fue condenado a 215 años de cárcel por un juez del condado de Riverside.