Tres pasajeros arrollados por trenes y otro baleado: dos muertos en horas nefastas en la MTA de Nueva York
NEW YORK.- Tres personas fueron atropelladas, una de ellas fatalmente, en una racha de accidentes registrados en un lapso de 10 horas en el Metro de Nueva York.
Las tragedias comenzaron la noche del martes y continuaron a lo largo del miércoles. También ayer, un joven murió baleado dentro de un tren MTA/LIRR que iba a partir de Long Island a Manhattan.
La primera colisión ocurrió cuando una víctima masculina saltó frente a un tren de la línea M que llegaba a la estación Marcy Avenue en Brooklyn con destino a Manhattan, según la MTA y la policía de Nueva York. El servicio de las líneas J y M se suspendió por más de dos horas como resultado del incidente de las 9:28 p.m. del martes.
Poco más tarde, otro hombre fue atropellado por un tren de la línea 6 en dirección sur en la estación Spring Street en SoHo (Manhattan) alrededor de las 10:54 p.m. del martes, dijo la MTA. El hombre fue rescatado con vida y enviado al Hospital Bellevue, pero luego murió. No estaba claro si fue golpeado por el tren de manera accidental, provocada o intencional, dijo la policía.
Un tercer hombre, que según la policía “aparentemente no tenía hogar”, fue atropellado por un tren de la línea 7 en dirección oeste en la estación de Bryant Park de Midtown Manhattan, a las 7:03 a.m. del miércoles y sobrevivió. Un representante de la MTA dijo que el servicio regular 7 se reanudó a las 7:50 a.m.
Los funcionarios de tránsito se han enfrentado a un aumento de intrusos en las vías del Metro de todo tipo en los últimos tiempos, lo que motivó al presidente de la MTA, Janno Lieber, a formar un grupo de trabajo de seguridad en las vías.
La MTA enfrenta presiones de algunos funcionarios electos para instalar barreras de plataforma en algunas estaciones. Lieber ha dicho que el concepto es costoso, pero vale la pena considerarlo, acotó New York Post.
Además de los incidentes en las vías, se ha reportado un aumento del crimen en las estaciones y trenes, con robos y ataques, algunos sangrientos y otros de naturaleza sexual.
Las calles y el subterráneo de NYC son escenarios de una violencia campante, representando un gran reto para el nuevo alcalde Eric Adams, quien en enero reconoció que no se sentía seguro viajando en el Metro, a diferencia de una primera declaración que había hecho subestimando la criminalidad en trenes y estaciones.