Ucraniano apuñalado en un bar de Brooklyn por hablar en ruso
Un hombre ucraniano apuñaló a un compatriota por hablar en ruso en un bar de Nueva York al no poder repetir un trabalenguas y «no poder demostrar que era ucraniano».
Andrii Meleshkov, un camionero de 36 años que emigró de Ucrania a Estados Unidos en 2015, estaba en un bar de karaoke de Brooklyn el 25 de marzo para una fiesta de cumpleaños cuando Oleg Sulyma, un trabajador de construcción de 31 años, se sentó en su mesa y empezó a insultarlo a él y a sus amigos.
«Pareces ruso», le dijo Sulyma, que también es ucraniano, según los fiscales citados por el New York Post.
Meleshkov nació y creció en el este de Ucrania y es de madre rusa. Sus padres se refugian actualmente en un sótano de Zaporizhzhia ante el avance de las fuerzas rusas.
«Comenzamos a hablar en ucraniano para calmarlo, pero estaba cada vez más agitado. Comenzó a pedirnos que tradujéramos palabras para demostrar que somos ucranianos», contó Meleshkov al Post.
Sulyma desafió a Meleshkov con un trabalenguas ucraniano que los hablantes nativos de ruso tienen dificultades para pronunciar.
A pesar de cumplir con el desafío, Sulyma se enojó hasta el punto que rompió dos botellas de cerveza de la mesa y avanzó hacia Meleshkov en forma amenazadora, diciendo: «Me estoy preparando para matarte».
Los amigos de Meleshokov detuvieron a Sulyma hasta que llegó la policía, pero no antes de que apuñalara a su compañero ucraniano en la mejilla, las orejas, la sien y el cuello. Las heridas acabaron requiriendo 17 puntos de sutura.
Sulyma fue detenido y acusado de delitos de odio, así como de amenaza, acoso y posesión criminal de un arma. El abogado de Sulyma afirma que él fue la víctima, ya que fue uno contra tres y sufrió un colapso pulmonar.
El sentimiento antirruso ha aumentado desde el estallido de la guerra de Ucrania, pero no se han denunciado muchos delitos de odio, especialmente en Estados Unidos.
Alrededor de un tercio de los ucranianos hablan ruso como primera lengua, pero muchos de ellos han empezado a dejarlo tras el inicio de la invasión.