El alumno denuncia en el vídeo que la directora del centro decidió «prohibirme a mí y a mi familia la entrada» y afirma que la responsable del IES Baltasar Porcel habría «amenazado a los alumnos que si yo iba no se podría hacer la graduación». En su publicación explica que la medida venía propiciada por «la intención de hacer un discurso en representación mía, de mis compañeros y alumnos de otros años del descontento que teníamos en base a algunos hechos que han sucedido durante los seis años que hemos estudiado en el centro y a algunas injusticias que hemos vivido por supuestos educadores que tenemos el centro»
Tadeo Marcaccini expresa que muchos jóvenes «prefieren levantarse una o dos horas antes y coger uno o dos autobuses para ir a otros institutos por la mala fama que se ha ganado el instituto» y relata una serie de episodios personales al mismo tiempo que acusa de malas prácticas que se habrían producido. El alumno afirma que el pasado curso una profesora «sin conocerme de nada decía que los alumnos de ahora no estaban preparados para nada y que no se dejaría operar por alguien como yo en concreto». Asegura que en aquel momento pidió unas explicaciones que nunca llegaron y justifica su decisión de recurrir a las redes sociales para expresar su opinión al advertir que esos canales a los que le invitaban a acudir no tuvieron efecto en anteriores solicitudes.
Además, también desvela que a un profesor «le gustaba venir y repetirme que era más listo que yo, que podía ser muy listo pero él tenía mayor coeficiente intelectual». «Imagínense a mí con 14 años en tercero de la ESO viendo como repetidamente sucedía lo mismo. Uno le deja de dar importancia, pero a este mismo profesor le gustaba en su primer clase con los de tercero de la ESO contar como algo gracioso o interesante que había agredido físicamente a un alumno», agrega el alumno, que ha recibido múltiples muestras de apoyo en el vídeo publicado en Instagram.
Tadeo Marcaccini manifiesta que ha hecho este vídeo en su cuenta en Instagram para invitar a la reflexión de otras personas que hayan vivido episodios similares. Entre las diferentes acusaciones relata como habituales «profesores faltando clases enteras sin justificación de manera repetida, profesores que no siguen ley alguna y que no corrigen bajo criterio y de manera subjetiva y perjudican a todo aquel que les cuestiona su manera de corregir o las puntuaciones que les pone». Además, también añade que hay «profesoras que ponen globales de 13 temas para el día siguiente y que cuando alguno alumno le dice que se juega el curso sin compasión les conteste ‘te jodes y vas a julio’, profesoras que ridiculizan o menosprecian alumnos diciéndoles que restan como persona, profesores que hacen contactos o comentarios a niñas del centro. Fama muy importante porque cuando hablas de una queja formal o profesores que provocan o empujan a alumnos».
Por su parte, la conselleria de Educació explica que no ha recibido ninguna queja formal sobre este asunto y que en el caso de que llegara se tramitaría por los cauces pertinentes, ya que aprecia que las decisiones que toman los centros van en la línea de garantizar la seguridad de los actos. Además, los institutos cuentan con la capacidad de organizarse como autonomía.