Una familia demanda a Meta por causarle desórdenes alimenticios e ideas suicidas a su hija
El uso “adictivo” de Instagram por parte de una preadolescente le provocó un trastorno alimenticio, autolesiones y pensamientos suicidas durante varios años, según una demanda contra la empresa matriz de la plataforma, Meta.
La demanda, presentada el lunes en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Norte de California, cita en gran medida los llamados Facebook Papers, un conjunto de documentos de investigación internos de Meta filtrados el pasado otoño que revelan que el gigante tecnológico sabía que Instagram influyendo negativamente en la imagen corporal y otros problemas de salud mental entre las adolescentes en particular.
El caso se presentó en nombre de Alexis Spence, que pudo crear su primera cuenta de Instagram a la edad de 11 años sin el conocimiento de sus padres y violando el requisito de edad mínima de la plataforma de 13 años.
La demanda alega que el motor de inteligencia artificial de Instagram dirigió casi inmediatamente a la niña, que entonces estaba en quinto grado, hacia una cámara de eco de contenidos que glorificaban la anorexia y el cortarse a sí misma, también fomentó sistemáticamente su adicción al uso de la aplicación. La demanda fue presentada por Social Media Victims Law Center, un grupo con sede en Seattle que defiende a las familias de los adolescentes afectados por Internet.
Ahora, con 19 años, Spence, que antes era «confiada y feliz», ha sido hospitalizada por depresión, ansiedad y anorexia y «lucha por mantenerse en recuperación cada día» como resultado de «los contenidos y características perjudiciales que Instagram promovió y le proporcionó sin descanso en su esfuerzo por aumentar la participación», afirma el documento de la demanda.
Se trata de la primer recurso legal de este tipo que se basa en los documentos de Facebook y expone el daño humano real que hay detrás de sus conclusiones, dicen los abogados de Spence.
La demanda también da a conocer documentos inéditos de las filtraciones, incluido uno en el que Meta identificaba a los «preadolescentes» como «animales de manada» que «quieren encontrar comunidades en las que puedan encajar». Los abogados argumentan que dichos documentos demuestran los esfuerzos de Meta por reclutar usuarios menores de edad para sus plataformas.
«Si miras la extensa investigación que [Meta] realizó, sabían exactamente lo que estaban produciendo en los niños, y siguieron haciéndolo», dijo el fundador Social Media Victims Law Center, Matthew P. Bergman, que representa a Spence y su familia. «Me gustaría poder decir que el caso de Alexis es aberrante. No lo es. La única aberración es que ella sobrevivió».
Bergman también asesoró a Tammy Rodriguez, una mujer de Enfield, Connecticut, que presentó una demanda en enero contra Meta y Snap, la empresa matriz de Snapchat, por el supuesto papel de las compañías en el suicidio de su hija de 11 años el verano pasado.
Liza Crenshaw, una portavoz de Instagram, se negó a comentar sobre la demanda de Spence, citando que es un «litigio activo».