Una mujer se declara culpable de vender secretos navales de EEUU
Diana Toebbe, admitió haber participado en el plan de su esposo Jonathan Toebbe para vender información sobre embarcaciones de guerra
La esposa de un ingeniero nuclear de la Marina de Estados Unidos se declaró culpable el viernes de participar con su marido en un complot para vender secretos sobre submarinos nucleares a una potencia extranjera, informó el Departamento de Justicia.
Diana Toebbe, de 46 años, admitió haber participado en el plan de su esposo Jonathan Toebbe para vender información sobre esas embarcaciones de guerra a un comprador extranjero no identificado.
Según los cargos, la mujer actuó como vigía mientras su esposo entregaba información altamente clasificada sobre tecnología de submarinos nucleares a un comprador, que era en realidad un agente del FBI camuflado, en una serie de «puntos muertos» subrepticios en la región alrededor de su casa en Annapolis, Maryland.
Diana Toebbe, maestra en una escuela privada, inicialmente se declaró inocente del cargo de conspiración para difundir información reservada.
Pero la semana pasada, Jonathan Toebbe, de 43 años, se declaró culpable del mismo cargo y, al hacerlo, admitió que su esposa participó en el complot.
Si bien el cargo podría llevar a una pena de cadena perpetua, el acuerdo de culpabilidad de Diana Toebbe estableció el máximo en 36 meses. Su esposo enfrenta al menos 12 años y medio de prisión.
Toebbe había estado trabajando desde 2012 en el diseño de reactores para unos submarinos de clase Virginia, la última generación de sumergibles de ataque en la flota estadounidense.
En abril de 2020, envió un paquete a un país extranjero con un compilado de documentos e instrucciones para establecer contacto vía una dirección de retorno en Pittsburgh, Pensilvania.
«Toebbe comenzó a intercambiar correos electrónicos encriptados con un individuo quien creía era el representante de un gobierno extranjero. El individuo era en realidad un agente del FBI encubierto», detalló el Departamento de Estado en una nota días atrás.
El Departamento no sugirió la nación de destino de los documentos, pero sugirió que se trata de un aliado de Estados Unidos cuyo idioma principal no es inglés.