Una nueva fuga multitudinaria en una cárcel de Haití se salda con once presos muertos
La fuga comenzó sobre las 02:00 de la madrugada del viernes, cuando la penitenciaría fue objeto de un ataque de bandas criminales desde el exterior.
Al menos once presos han muerto durante una nueva fuga en una cárcel de Haití, la tercera desde marzo, ocurrida esta vez a primera hora del pasado viernes en la ciudad de San Marcos, al norte de la capital, Puerto Príncipe.
El portavoz de la Policía Nacional de Haití, Michel-Ange Louis-Jeune, ha explicado al diario estadounidense ‘Miami Herald’ que la fuga comenzó sobre las 02:00 de la madrugada del viernes, cuando la penitenciaría fue objeto de un ataque de bandas criminales desde el exterior.
Uno de los presos que se estaba fugando ha sido detenido pero otros once «acabaron heridos de muerte durante un intercambio de disparos con la Policía.
Louis-Jeune ha sido incapaz de proporcionar al ‘Herald’ una cifra exacta de fugados mientras fuentes de seguridad han confirmado también al portal AlterPresse una cifra tampoco determinada de agentes heridos durante el tiroteo. La situación en la cárcel, aseguran no obstante, ya está controlada, pero todavía no hay un informe oficial al respecto.
Esta fuga se produce cinco meses después del devastador ataque de bandas armadas a la mayor prisión de Puerto Príncipe (la Penitenciaría Nacional, en Croix-des-Bouquets), que provocó la fuga de más de 4,000 presos, algunos de los cuales siguen en libertad.
La capital del país lleva meses sumida en el absoluto caos por el dominio que ejercen sobre ella las bandas criminales, que campan prácticamente a sus anchas desde el magnicidio del presidente Jovenel Moise en 2021.
Las autoridades haitianas, por su parte, siguen aguardando que surta efecto el despliegue internacional liderado por Kenia para intentar contener la violencia en el país.
Durante el segundo trimestre del año, la Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití (BINUH) ha cifrado en 1,379 las personas que han muerto o han resultado heridas –49 de ellas menores de edad– por la violencia en el país centroamericano.