Agricultores dominicanos piden auxilio ante el contrabando de yuca haitiana que amenaza su sustento
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Los agricultores del distrito municipal Capotillo, en Loma de Cabrera, dedicados a la siembra y venta de yuca amarga para la producción de casabe, enfrentan una crisis económica sin precedentes debido al contrabando masivo de este producto desde Haití. Según denuncias locales, los productores haitianos introducen yuca al país de manera ilegal y la venden a precios irrisorios, imposibles de igualar por los agricultores dominicanos, quienes no logran cubrir sus costos de producción.
El señor Enercido Guzmán “Nelson”, vocero de los agricultores afectados, explicó que el contrabando ha generado una competencia desleal que pone en riesgo la supervivencia de cientos de familias que dependen de esta actividad agrícola. “Nosotros necesitamos vender nuestra yuca a un precio justo para poder mantener nuestras familias y seguir produciendo, pero con la yuca haitiana llegando a 4 pesos la libra, es imposible competir”, expresó Guzmán durante una entrevista.
El problema se agrava por la complicidad de algunos miembros de las fuerzas militares, quienes, según denunció Nelson, reciben sobornos para permitir el paso ilegal de la mercancía. En un solo día, se han registrado hasta 50 sacos de yuca provenientes de Haití ingresando al territorio dominicano, lo que representa una grave amenaza para la economía local.
“Los militares están incumpliendo las prohibiciones establecidas por el Ministerio de Agricultura. En lugar de proteger nuestra producción nacional, están facilitando el contrabando a cambio de dinero. Esto nos está matando poco a poco”, lamentó el vocero.
Ante esta situación, los agricultores hicieron un llamado urgente al presidente Luis Abinader y al ministro de Agricultura, Limber Cruz, para que intervengan y tomen medidas inmediatas contra el contrabando. Piden mayor vigilancia en las fronteras, sanciones más estrictas para quienes participen en estas prácticas ilícitas y apoyo gubernamental para garantizar que los productos locales puedan comercializarse a precios justos.
“Pedimos al gobierno que nos ayude porque esto no es solo un problema económico; es también una cuestión de soberanía alimentaria. Si dejamos que el contrabando siga avanzando, pronto no habrá agricultores dominicanos que puedan seguir produciendo yuca ni otros alimentos básicos”, advirtió Nelson.
La producción de casabe, un alimento tradicional y culturalmente significativo en la región, está en peligro si no se actúa rápidamente. Los agricultores esperan que las autoridades correspondientes escuchen su voz y trabajen en conjunto para proteger el sector agrícola nacional y asegurar el sustento de quienes dependen de él.
Por ahora, los productores de yuca amarga en Loma de Cabrera mantienen la esperanza de que sus demandas sean atendidas antes de que sea demasiado tarde.