Decapitan al alcalde de una ciudad mexicana y dejan su cabeza encima de una camioneta
MÉXICO- Alejandro Arcos había asumido el cargo de alcalde de la ciudad mexicana de Chilpancingo hace una semana, pero este domingo, 6 de septiembre, su cadáver ha aparecido en la capital del Estado de Guerrero, en una camioneta aparcada en la colonia Villa del Roble. Su cabeza se ha hallado encima del vehículo, según el diario mexicano ‘La Jornada’, mientras que el resto de su cuerpo lo han encontrado en el interior, cubierto con una sábana.
Este hecho tiene lugar apenas tres días después del asesinato de Francisco Gonzalo Tapia, que había asumido el cargo de secretario general del Ayuntamiento de Chilpancingo al mismo tiempo en el que Arcos se hizo con la Alcaldía.
El asesinato del alcalde ha sido condenado «de manera enérgica» por la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado: «Su pérdida enluta a toda la sociedad guerrerense y nos llena de indignación». Además, ha ordenado «intensificar los operativos de vigilancia y proximidad social en diversos puntos de Chilpancingo».
Representantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), al que Arcos pertenecía, han denunciado el homicidio. Su presidente, Alejandro Moreno, ha condenado los hechos a través de las redes sociales, en un comunicado en el que pide la colaboración de la Fiscalía para esclarecer los dos asesinatos.
Por otra parte, Jesús Zambrano, presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), ha recalcado que este hecho es una muestra de que Guerrero se encuentra «en manos de la delincuencia» y que solo es una muestra más de la «ausencia de gobernabilidad» en el Estado. Además, ha exigido que Claudia Sheinbaum, la nueva presidenta de México, tome cartas en el asunto.
El Estado de Guerrero es uno de los puntos más conflictivos del país centroamericano, ya que su proximidad al Pacífico lo convierte en una zona estratégica para el tráfico de drogas. El enfrentamiento entre las bandas criminales por hacerse con el control del territorio ha incrementado la violencia, que alcanza tanto a civiles, como a políticos y jueces.